martes, 20 de diciembre de 2016

Preparando el regreso y noticia de que mis dos cajas de libros ya llegaron sanos y salvos

63.- EPISTOLARIO SEMO

Mi muy querida mamá:

Hoy recibí tu carta dándome noticias de mis libros, y créeme que se me alegró el corazón. Del correo me escribieron y decían que lo sentían mucho pero que ellos no podían condonar los derechos pues fue la aduana la que los cargó, que me dirija a la aduana, cosa que voy a hacer. Del express me escribieron también y decían que es absolutamente imprescindible que presente el pasaporte para poder sacar las cajas, así que van a guardarlas hasta que yo vaya a la oficina en Nuevo Laredo y presente el pasaporte; cuando menos, estoy tranquila pues sé que están seguras. Como estaba tan preocupada por los libros, pedí aquí en el correo que averiguaran si se habían perdido, así que si te preguntan algo, ya sabes qué es. Total, ya nada más queda pendiente lo del tigre, y si no logramos que me lo entreguen sin pagar nada, lo mejor será dejarlo perder pues no vale la pena.

No creas que no me he arrepentido de haber mandado las cosas, pero Miss Cleaver, Mrs. Estes y las demás señoras tanto m dijeron que mandara las cosas por adelantado, que me convencieron. Además, tanto en el correo como en el express me aseguraron que no habría ningún problema, así que me arriesgué, Ahora ya no tiene caso llorar por lo que sucedió, sino atenerme, en el futuro,  a lo que yo sé a pesar de lo me digan las gentes.

Como te digo en mi anterior, recibí una carta del Consulado donde me dicen que no debo tener dificultades para cruzar la frontera, cosa que así espero. Me da tristeza saber que no puedes venir a encontrarme, pero yo dudaba mucho que pudieras hacerlo pues sabía cómo anda la situación. Ni modo, otra vez se nos hará venir juntas a la frontera juntas. Ahora nada más te pido que le ruegues mucho a Nuestro Señor que me con bien y sin dificultades.

El otro día había un barco aquí, en Cape, igual a los que se usaban en el siglo pasado para viajar. Venía de Cincinnati y traía mucha gente de excursión. Era muy grande, con tres cubiertas, blando, y con las ruedas de paleta al frente. Parecía ser muy viejo, aunque bien conservado. Me recordó lo tiempos de Scarlet, la de Lo que el viento se llevó. En la noche tuvieron baile y hasta acá se oía la música. E. río ha crecido muchísimo por tantas lluvias y parecía que iba a desbordarse y a inundar Cape. De veras que se veía majestuoso con tanta agua. Me acuerdo cuando llegué qué impresión me causó ver el Mississippi, y ahora lo veo como cosa de todos los días, aunque no deja de llamar la atención.

Este fin de semana lo voy a pasar en Jackson, con Carol Mackey. Tenemos pensado ir a andar en bicicleta y a nadar, además de lavar, planchar y estudiar.

Me imagino que en las fotos que te mandó Sharon Sanders debe estar hecha un soberano monstruo, debido a mi “esbeltez”. No creas que no he tratado de reducir, pero ¡es tan difícil en el dormitorio! No quería llegar tan gorda, pero creo que no voy a poder evitarlo.

Qué bueno que Mamá Pina haya estado bien y tú también. Ahora creo que se me calmarán los nervios un poco mas sabiendo que están bien.


Ya no tengo nada más que platicarles, así que les mando un abrazo muy apretado. Recibe el cariño de tu hija que anhela verte,   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario