martes, 27 de septiembre de 2016

Comida en casa de José Ignacio Vasconcelos. Inolvidable

COMPARTIENDO EL PAN Y LA SAL CON JOSÉ IGNACIO VASCONCELOS

INTRODUCCIÓN

El texto que leerán a continuación fue publicado en el periódico local El Sol de Durango,  el 17 de marzo de 2000. Lo rescato ahora porque me parece interesante darlo a conocer fuera de Durango. Abogado, político y filósofo José Vasconcelos (Oaxaca, 1882-Ciudad de México, 1959) es un personaje sumamente interesante de la primera mitad del siglo XX. Cuando perdió las elecciones en 1929, se exilió en Europa y en los Estados Unidos durante muchos años. En su gran libro Ulises criollo (1935), que viene a ser como una autografía de la primera parte de su vida, habla de las tres ocasiones en que visitó Durango, quedando muy impresionado por la belleza arquitectónica de la ciudad. Por supuesto, eso fue antes de que gran parte de la ciudad fuera incendiada y destruida durante la revolución de 1910. Como narro en mi texto, tuve la fortuna de conocer y conversar con su hijo, fruto del primer matrimonio, y fue una experiencia, para mí, inolvidable.

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 La llegada del año nuevo me trajo un obsequio inesperado: una invitación a comer con José I. Vasconcelos y su hijo Joaquín, hijo y nieto respectivamente del filósofo, educador y político nacido en Oaxaca en 1882 y fallecido en la Ciudad de México en 1959.  Los conocía desde hace tiempo pues nos cruzábamos en las calles de la Colonia Nápoles, Joaquín fue siempre un amigo ejemplar de mi hermana Alicia y prodigaba igualmente su afecto y atenciones a mi madre. Esta vez, al felicitarlo por las fiestas decembrinas, me invitó a tomar un café y después a comer en su casa. Se me presentó así la oportunidad de charlar ampliamente con su padre, a quien yo miraba con sumo respeto por ser quien es y por su propia trayectoria.

La simpatía entre el hijo del autor del Ulises criollo y yo surgió cuando expresé mi admiración por un cartel que cuelga en su estudio mostrando a los grandes trasatlánticos del mundo –entre ellos, el “Normandie” y el Bremen- anclados en Nueva York en 1939, justo antes del inicio de la segunda guerra mundial. Le pregunté si ambos habían sido transformador en transporte de guerra, como ocurrió con el “Queen Elizabeth” y el “Queen Mary”. Respondió que no y que el “Normandie” se había hundido en la bahía de Nueva York a causa de un incendio. Hablamos entonces sobre los viajes por mar para cruzar el Atlántico cuando la gente tenía tiempo y disposición para disfrutarlos y ni siquiera se pensaba en los cambios que la navegación aérea traería para el planeta.

Este tema trajo a su memoria una travesía que hizo con su madre de Amsterdam a un puerto de Louisiana, en un pequeño buque de carga. Estando en cubierta, el capitán llamó a los pasajeros para que, con el auxilio de los prismáticos, pudieran admirar al “Bremen” que navegaba a relativa distancia de ellos surcando las aguas a toda velocidad. La hermosa línea y el señoría del paquebote quedaron grabajos en la memoria de Vasconcelos hijo, así como el hecho de que su propia embarcación se zarandeó con fuerza dos horas más tarde a consecuencia del oleaje provocado por el navío alemán.

Ya a la mesa, me obsequió con un espléndido vino chileno. Comenté entonces que admiraba y releía con frecuencia los pasajes que su padre había dedicado a Durango, lo que nos llevó a conversar sobre la estética, las teorías educativas, el hispanismo, el amor a la lengua española y tantas otras preocupaciones más del autor del Ulises criollo. Me miró con asombro y preguntó: ¿Cómo es que sabe usted tanto de Vasconcelos?, a lo que repuse que lo había leído (no todo, por supuesto) y que compartía algunos de sus puntos de vista.

José I. Vasconcelos es un hombre de noventa años, en perfectas condiciones de salud y con una lucidez y una memoria extraordinarias. Su infancia transcurrió entre los Estados Unidos y Europa; se recibió de ingeniero en Madrid, en el Colegio de los Jesuitas, y cursó posteriormente una maestría en Texas. Su existencia trashumante lo dotó de una cultura amplia y profunda. Trabajó para los Ferrocarriles Nacionales de México y viajó extensamente por América del Sur. Conocedor de la herencia precolombina y del legado de los conquistadores, está convencido, como su padre, de que la mejor herencia fue la lengua española. Ha sido presidente de una sociedad hispanista y organizado ciclos de conferencias sobre los monarcas españoles.

Como prueba de su estimación, para los postres me agasajó con un rebanada del Boston Fruit Cake, postre tradicional en los Estados Unidos para las fiestas decembrinas y que él disfruta enormemente como consecuencia de su estancia en ese país. Luego, lo guardó en su caja metálica y lo puso  buen resguardo.

Al despedirme, puso en mis manos un ejemplar de su texto Medio milenio de hispanidad americana (EDAMEX, 1991), edición ya agotada. En realidad, me hizo un regalo mucho más valioso: su tiempo, su conversación y el tener un atisbo de su padre desde adentro.


Recordando a un querido amigo preocupado por el patrimonio arquitectónica de Durango.

EVOCACIÓN DEL ARQUITECTO LUIS RIVERA DAMM

¡Qué sencilla es la muerte, qué sencilla
Pero que injustamente arrebatada!

Miguel Hernández, “Elegía primera”

Nunca como hoy estimo apropiados los versos del gran Miguel Hernández para hablar del arquitecto Luis Sergio Rivera Damm, fallecido el 18 de septiembre de 1998, cuando todavía había en su ánimo el deseo de aplicar su talento y su esfuerzo a su familia, pero también a la Ciudad de Durango y a su sociedad.

Fue el segundo hijo del matrimonio formado por don Roberto Rivera, hombre de buen humor y de amplia sonrisa, y de doña Celia Damm, mujer amable y bulliciosa. De ellos heredó Luis la ironía fina y el comentario oportuno que con frecuencia salpimentaban su discurso.

Luis y yo fuimos compañeros de preparatoria en el Instituto Juárez: él, en el bachillerato de Ciencias, y yo, en el de Filosofía y Derecho.  Viajó luego a la Ciudad de México para estudiar arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México; en 1961, a su regreso a Durango, contrajo matrimonio con Bertha Fournier, con quien tuvo cuatro hijos: Luis, Bertha, Clara y Federico.

Inició su práctica profesional y empezó a destacar en su ramo. Concibió después un proyecto que califiqué de peregrino: matricularse en la Escuela de Odontología, de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Sin embargo, logró su propósito y, en 1978, al terminar la carrera, se le otorgó el Reconocimiento a los Mejores Estudiantes de México para el Estado de Durango en esa disciplina. Tres años después recibió la medalla al mérito Benito Juárez por su altísimo desempeño académico.

Comentando con él en alguna ocasión que para mí la arquitectura y la odontología eran incompatibles, repuso: “No, se requiere de un alto sentido estético para lograr bellos trabajos dentales”. De hecho, al final de su vida impartía la materia de Estética en la preparatorio diurna de la UJED donde, asimismo, fue profesor titular de Dibujo Constructivo durante treinta años.

Su espíritu inquieto lo orientó luego en dos direcciones: la restauración arquitectónica y la política. En cuanto a la primera, concibió la idea de fundar, en 1980, el Consejo para la Preservación del Patrimonio Artístico y Cultural de Durango, A.C. (COPPAC), organismo que presidió hasta su fallecimiento si bien en múltiples ocasiones comentó, en las juntas mensuales, que estaba preparado para la llegada de la revolución que pusiera fin al porfiriato. No obstante, la oposición era débil y salía reelecto.

En 1984, el COPPAC recibió una honrosa distinción: fue nombrado auxiliar del Instituto Nacional de Antropología Histórica en Durango, ante el municipio, para cualquier asunto relacionado con el Centro Histórico. El oficio que confirma lo anterior está signado por el eminente historiador: Dr. Enrique Flores Cano.

Luis asumió así la defensa del patrimonio arquitectónica de Durango y la conservación del Centro Histórico, empresa que le acarreó no pocos disgustos y algunas enemistades. Una vez que yo regresé de vacaciones a Durango, estábamos sentados en la terraza de su casa en la sierra con el espléndido paisaje de la barranca ante nuestros ojos. Lo felicité de corazón por haber contribuido a dignificar el centro de la ciudad.

En 1990, me invitó a colaborar en la celebración del décimo aniversario de la fundación del COPPAC. Planeamos una muestra de pintura y escultura de las mujeres durangueñas que se montó en el Museo Regional de Historia. De muros hogareños, comedores y estancias familiares, salieron bodegones, retratos, rincones, flores, fantasías, obras de cerámica y miniaturas en plata. Con mucho orgullo, y sin falsa modestia, nos cabe a Luis y a mí  la gran satisfacción de haber impulsado de alguna manera la actividad artística de la mujer en nuestro medio.

Sin duda, la obra de mayor envergadura, en cuanto a restauración se refiere, que emprendió Luis Rivera fue el palacio del Conde de Súchil, actual oficina matriz de BANAMEX  en esta ciudad. Curiosamente, el bisabuelo de Luis, don Maximiliano Damm, fue propietario de eeste inmueble a comienzos del siglo veinte y sus iniciales pueden apreciarse en el escudo que remata la puerta principal. Parecería que el destino les preparó una cita para encontrarse en este recinto.  La realización de este proyecto le valió a Luis el reconocimiento otorgado por la Sociedad Defensora del Tesoro Artístico de México.

El COPPAC publicó en 1995 un bello libro (quizá el primero de su tipo en Durango) titulado Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad de Durango, ilustrado con bellas fotografías de iglesias y espacios y edificios civiles. Al comienzo, Luis escribió lo siguiente: “Es ahora que con el apoyo del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, podemos plasmar en este libro el contenido de datos escritos y gráficos referentes a tan valioso acervo (de Durango), y apoyar una vez más la tarea de dar a conocer por todos los conductos posibles este aspecto de nuestra presencia en la historia, y contribuir con ello a su conservación y defensa”. Dada su aceptación, el libro alcanzó una segunda edición.

Luis unió sus esfuerzos a la política de oposición. Fue miembro del PAN (hoy, por primera vez en el gobierno en Durango) desde1983 y llegó a ocupa varios cargos dentro del partido: entre otro, consejero estatal y secretario de acción electoral del Comité Municipal del partido. Su vehemencia lo llevó a vivir días difíciles; no obstante, se mantuvo en la línea que se había trazado.

Lo recuerdo ahora como un amigo de siempre. De alguna manera, y a pesar de nuestras vidas y convicciones a veces divergentes, conservamos la amistad de la adolescencia intacta. Cuando yo venía de vacaciones, reanudábamos la plática como si la hubiéramos interrumpido el día anterior. Hoy, se ha adelantado en el camino. Deja tras sí una obra importante y trascendente; tiene bien ganado un sitio en la historia de la arquitectura en Durango.

Cicerón escribió hace dos mil años: “El que mira a un amigo verdadero es como si viera su propia imagen. Y así, los ausentes de hacen presentes; los pobres, ricos; los débiles, fuertes, y –lo que es más difícil de decir- los muertos, vivos”. Por ello, tengo la impresión de que pronto recibiré su llamada convocándome a la próxima reunión del COPPAC.



Texto leído en un aniversario luctuoso de Luis Rivera Damm. Estos últimos años he pensado mucho en él  deseando que estuviera presente para que opusiera al destrozo que hizo el gobernador Ismael Hernández Deras de dos hermosos edificios de Durango: el Hospicio Juana Villalobos, construido durante el porfiriato y que podría haber sido un maravilloso centro cultural, y la hacienda de La Ferrería, destrozada en su interior y de la que sólo se conservan como originales los muros exteriores. Quizá no habría tenido éxito, pero le habría dado más énfasis a la oposición de la comunidad cultural. 

Comentando las vacaciones entre el semestre de primavera y de verano.

54.- EPISTOLARIO SEMO

Cape Girardeau, Mo., 9 de junio de 1958

Mi querida mamá:

De nuevo en el dormitorio y esperando se pasen los días como rayo para regresarme pronto.

Las vacaciones las pasé bastante contenta y muy festejada, tanto, que hubiera deseado que me dejaran en paz y con libertad de hacer lo que se me antojara. Me dieron desayunos, almuerzos, comidas, tés, etc. y acabé rendida y fastidiada. Las señoras fueron muy amables y quisieron que yo me divirtiera mucho y aunque en la mayoría de las casas adonde fui estuve muy contenta, al final ya no tenía ganas ni de moverme. Ya decidí que ahora, durante el verano, me voy a desaparecer y no doy speeches ni asisto a recepciones. Voy a descansar lo más posible.

No te imaginas el calor tan insoportable que hace aquí. El termómetro ha subido hasta 100 grados Fahrenheit y todavía falta lo peor que es julio. Aunque me baño cinco veces al día, es igual. Me siento empapada todo el tiempo y acalorada; quisiera pasarme el día en traje de baño. Creo que lo mejor será que me acostumbre y procure pasarla lo mejor posible, pues ya de por sí es bastante pesado estar tan lejos para pasármela quejándome.

La semana que entra voy a mandar una caja llena de libros y te voy a enviar una lista de lo que hay en ella, para que por favor cuando la recibas, cheques a ver si no se perdió nada. Luego, voy a mandar ropa y los abrigos porque no puedo cargar con todo en el autobús.

Mis calificaciones fueron dos A y dos B y ahora sí estoy en el cuadro de honor. Me sorprendió muchísimo que el profesor de Historia me diera una A pues todo el trimestre nos la pasamos de pique. Creo que debo haber contestado muy bien en el examen. La otra a fue en Francés y me siento muy orgullosa de ella porque de veras que me costó trabajo sacármela.

Este semestre voy a tomar Historia Europea de 1870 a 1920, Novela Americana y Apreciación de la Música. Estas dos últimas clases requieren mucha lectura, pero creo que van a ser muy interesantes y amenas. En música vamos a escuchar conciertos, óperas y sinfonías, y tendremos que indagar acerca de los compositores si no los conocemos.

Mrs. Pott me regaló un vestido que no me quedó y probablemente a ti también te quede grande. De cualquier forma, te lo voy a mandar y si no te sirve, se lo puedes regalar a mi tía Tere Jáuregui pues es de buena calidad.

Te quiero pedir un favor muy grande.  Que si le puedes escribir a Mrs. Mackey, de Jackson, pues fue amabilísima conmigo y me regaló cantidad de cosas, aparte de lavar toda mi ropa.

Mrs. G. D. Mackey
315 North Hope St.
Jackson, Mo., U.S.A.


Recibe un abrazote de tu hija  

viernes, 16 de septiembre de 2016

Aspectos de un viaje de Eva Perón a España

CARTA A EVA

Éste es el título de una miniserie (sólo dos capítulos) sobre un episodio en la vida de Eva Perón. Se trata, como indican  los créditos, de una “ficción sobre un hecho real”, el viaje que realizó a España principalmente respondiendo a una invitación que Franco le hizo a Perón para visitar ese país ya que Argentina había enviado a España un gran cargamento de trigo que se necesitaba urgentemente para la alimentación del pueblo dado que el campo había quedado destruido por la guerra civil española. Perón delegó esta responsabilidad en su esposa. Además, el país sudamericano era el único que conservaba su embajada en Madrid.

 Recordemos que el general  Lázaro Cárdenas no sólo cerró la embajada sino que ayudó a emigrar a  muchos españoles, entre ellos destacados intelectuales que fortalecieron el profesorado de la Universidad Nacional Autónoma de México, además de un numeroso conjunto de niños que fueron enviados a Morelia.

La vida de Eva Duarte de Perón es fascinante y su muerte un enigma que creo que todavía no se resuelve. Nacida en Junín en 1919, fue hija natural de un hacendado argentino a la que no le permitieron ver a su papá cuando lo estaban velando en casa de su familia legítima.  Eva era alta, flacucha, de bonitas facciones y con el cabello obscuro. Cuando cursaba el sexto año, la directora la invitó a declamar un poema en la ceremonia de graduación. Ella escogió “La amada inmóvil”, del poeta mexicano Amado Nervo. Tuvo tanto éxito que la invitaron a declamar en la estación de radio local. A partir de ese momento decidió que quería ser actriz y no titubeó en hacer lo que fuera para lograrlo. Primero, se unió a grupos ambulantes pero al fin llegó a Buenos Aires.

Una vez en esta ciudad, Eva tuvo que sortear muchas dificultades y actuar en mínimos papeles, además de vivir con muchas penurias. Su suerte cambió una noche cuando se encontraba en el Luna Park, el famoso estadio cubierto en la ciudad de Buenos Aires. Ocupaba una butaca a la orilla del pasillo por donde pasó Perón. Entonces, se le ocurrió decirle: “Gracias por existir, Coronel”. Esta frase cambiaría su vida transformándola en la mujer en que se convirtió.

Es importante señalar que Eva tenía el pelo obscuro y que fue  su peluquero el que la transformó en rubia. En la novela Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez, leemos textualmente: “Le fui aclarando el pelo poco a poco. Le acentué las tinturas. Fui peinándola cada vez con más sencillez porque estaba siempre apurada, Me costó trabajo convencerla, porque había andado toda la vida con el pelo suelto. Cuando se quiso acordar, Evita ya era otra. Yo la hice –repitió- Yo la hice. De la pobre minita que conocí cerca del Mar del Plata hice una diosa. Ella ni se dio cuenta”. Y es verdad: Eva Perón, ya transformada en rubia, y  peinada  con chongos (moños) de distinto estilo, adquirió otra personalidad.  Su alta estatura y su esbelta figura contribuían a embellecer su presencia.

Volviendo a la serie que comentamos, lo interesante es el contraste entre dos mujeres tan diferentes y no sólo por su aspecto físico y por la edad. Eva es elegante y atrevida en algunos modelos en tanto que Carmen Franco aparece vestida siempre de colores obscuros, adornados con encajes, con manga larga y cuello alto. Además, es de menor estatura que Eva, lo que la perjudica más.

En cuanto a sus preocupaciones políticas, es bien sabido que Eva tomó en sus manos la causa de los pobres, a los que llamaba descamisados, y con quienes se reunía a desayunar, además de proveerlos de todo lo que le era posible. Por el contrario, Carmen Franco hubiera preferido que todos los obreros, a quienes llamaba comunistas y por los que sentía un odio feroz, hubieran desaparecido de la faz de la tierra. Además, quería solucionar todo con oraciones y confesiones con el sacerdote.

Se llama “Carta a Eva” porque un chico se atreve a escribir una carta y a llevársela a Eva solicitando que se le perdone la pena de muerte a su madre que se ha atrevido a poner un pequeño explosivo en la puerta de la embajada argentina. Eva se queda con la carta y exige al embajador que se consiga lo que el chico solicita. Cuando ya parece que todo está perdido, Eva se rehúsa a cumplir con una petición de Franco a menos que se retire la pena de muerte.  

La actriz argentina que encarna a esta famosa mujer de modo magistral, en mi opinión, es la actriz argentina, Julieta Cardinali,  y la que da vida a Carmen, la esposa de Franco, es la española  Ana Torrent, que también desempeña muy bien su difícil papel. La activista que coloca la bomba es la famosa actriz española Carmen Maura.

La temprana  muerte de Eva Perón  por causa del cáncer (tenía apenas 35 años)  provocó un gravísimo problema. Como se temía que la sepultura fuera profanada en busca de una reliquia, no fue enterrada sino embalsamada y colocada en un ataúd de madera confiado a la vigilancia militar. Posteriormente, se decidió enterrarla en Italia, por lo que fue enviada a ese país con un nombre supuesto. Después de muchos años se decidió regresar sus restos a Argentina y está sepultada en el cementerio de La Recoleta bajo tres planchas de acero y con una reja.  

Quizá algunos recuerden con gusto la obra musical Don’t cry for me, Argentina, canción cuya música fue compuesta por Andrew Lloyd Weber y la letra por Tim Rice. La obra se basa en un emotivo discurso pronunciado por Evita luego que Perón fue electo presidente. La obra  fue interpretada por varios cantantes y representada en distintos países.

Parte de la información de este texto procede de la novela Santa Evita, del escritor argentino Tomás Eloy Martínez,  quien también escribió un libro titulado La novela de Perón, que todavía no he podido conseguir. 

Algunas novedades sobre el fin de mayo en Cape

EPISTOLARIO SEMO.-51

Cape Girardeau, Mo., 27 de mayo fe 1958

Mi querida mamá:

Acabo de recibir tu carta con el cheque que no podía haber llegado en momentos más oportunos, Tuve cantidad de gastos que no esperaba como regalos para showers, para Sonia, Lani, etc., pagas cuotas por vivir en el dormitorio y otras cosillas, y estaba naturalmente sin un quinto, ya hasta me estaba animando a pedirte aunque fuera un dólar. Gracias a Dios, que no fue necesario.

Ojalá que Papá Chuy ya esté mejorcito y que se acabe de aliviar pronto. Dile a mi tía Luz que un millón de gracias por el rollo de periódicos que me mandó; ahora en vacaciones voy a leerlos de cabo a rabo. Ya le escribiré.

La piscina del colegio es nada más para las clases de natación o para ocasiones especiales, así que no se puede nadar cuando una quiere. Durante el otoño se podía nadar de 4:00 a 5:00 p.m. cada lunes, pero teníamos que pagar $0.15. Quién sabe si durante el verano vaya a haber un día especial para nadar.

No te he platicado que me estoy volviendo costurera. Me hice una falda plegada que quedó bastante bien, aunque las costuras no están muy derechas que digamos. Ahora, en vacaciones, me voy a hacer un vestido, con ayuda de una señora y de un patrón. Es muy sencillo, falda plegada, escote en cuadro y mangas cortitas. Ojalá que resulte bien.

El otro día tomé unas fotos con mi vestido chemise, guantes, sombrero y toda la cosa. Se me olvidaba: también lentes.  Me he vuelto muy de anteojos para el sol, parte porque sin ellos no veo y parte por ridiculez. Me dan personalidad y cierto toque misterioso. En estos tiempos de gordura, el vestido chemise me viene a la perfección  porque así nadie sabe, nadie supo. Lástima que no lo puedo usar a diario. Hablando en serio, te voy a mandar la foto para que veas cómo me queda a ver si se me ve un poco mejor que los de las señoras del té del Blanco y Negro.

Mrs. Estes me dijo el otro día que te estaba muy agradecida porque le escribiste. No sé si ya te habrá contestado.  Gracias por escribirle.

La fiesta en Memorial Hall salió bastante bien, aunque no muy  concurrida. No tuvimos tiempo de jugar a nada porque la tarde se nos fue en canciones, speeches , y bailes.

El sábado les dimos la fiesta a Sonia y a Lani, y las dos estaban muy sorprendidas. A Sonia le regalamos unos aretes y un prendedor y a Lani unos shorts. Yo fui la variedad y les bailé todo lo que se les antojó: cha cha cha, jarabe, chiapanecas, charleston, jitter-bug, bee-bop, tango, etc., para que le digas a Mara que las clases no fueron en balde. Nos divertimos cantidad.

Hoy nos sorprendió Mrs. Blue con un lunch a todo dar. Todas teníamos los ojos de plato, sin poderlo creer. Todas pensamos lo mismo: por si a la noche no comemos, hay que aprovechar ahora. Ya te imaginarás la comilona que hemos dado.

Miss Cleaver nos invitó a Sonia y a mí a comer en su casa mañana, de despedida para Sonia.

Como las señoras de Jackson no me esperaban sino hasta el jueves, Mrs. Estes me dijo que ella iba a ir a San Luis ese día y que a ver si yo iba con ella. Ojalá.

El pasado fin de semana fue la graduación de seniors  y estuvo preciosa. Palabra que por graduarse así vale la pena tener cuatro años de clases. Ojalá que algún día la tengamos así en México. Fue en el auditorio, a las 4:00 p.m. La parte central de butacas estaba reservada para los graduandos.  Toda la concurrencia estaba muy elegantemente vestida, con  sombrero y demás. Entraron al compás de una marcha de Elgar y salieron con una de Wagner. Venían de dos en dos, muy correctos, vestidos con las togas negras y birrete; los que se graduaban con honores tenían unos listones rojos colgando del hombro. Luego, entraron los profesores también de toga y birrete, pero tenían, además, unas como capas de distinto color que indicaban los diferentes departamentos; por ejemplo, azul era Historia, amarillo era Inglés, etc. De veras emocionante, yo me identifiqué con Janet Burke y hasta sentí como que me graduaba.

A propósito de Janet, no te imaginas cómo la extrañamos su compañera de cuarto y yo. Me siento un poco menos que perdida sin ella pero ya decidí que en junio me voy a pasar un fin de semana a su casa.

Creo que mejor termino porque tengo que estudiar o me reprueban.

Regresaré hasta el 8 de junio y mi cuarto va a ser el número 70 porque me voy a cambiar. Tiene orientación noreste y dos ventanas, así que no será tan caluroso en el verano.

¿Ya sabes que Javier se va a México y regresa a fines de septiembre? ¿No es una tragedia?
Gaby va a tener un niño en estos días. Ahora sí.


Recibe el cariño de tu hija.

Carta sobre mi próximo regreso y recomendaciones de mi mamás

EPISTOLARIO SEMO.- 50

Cape Girardeau, Mo., 24 de mayo de 1958

Mi querida mamá:

Ayer recibí tu carta y verdaderamente es imposible que haga algo de lo que tú sugieres; la única forma de que yo pudiera viajar sería si alguna de las señoras me invitara y me pagara todos los gastos pues yo no tengo dinero para nada. Nada más de aquí a Chicago el viaje redondo cuesta $20.00 y eso no es ni la mitad del camino a Washington, así que el puro boleto sería cerca de $40.00 o $50.00 dólares y recuerda que yo nada más tengo $75.00 dólares para vivir los meses que me quedan, comprar una petaca y regresar a México, Casi nada, ¿verdad?

Creo que no tienes idea de lo que ha subido la vida en los Estados Unidos; tienen un nivel de vida más elevado que el nuestro pero todo es también más caro en comparación. Por ejemplo, el cine cuesta $0.90, lo cual es muy caro aun para los americanos pues muchas de las muchachas no van al cine porque no tienen con qué; las cocas colas, $0.10, una manzana, $0.20, naranjas, por las nubes y así todo por el estilo.  Los domingos en la tarde que tenemos que comer fuera a veces no sabemos ni qué pedir pues todo lo bueno es un dólar o más. Lo único barato son las hamburguesas y hot dogs, de los cuales ya estamos casi hartas. Aun los sándwiches cuestan $0.40 o más y te los sirven sin ensalada.

Lo de la ropa no es tan mala idea aunque vestidos de ese precio no es muy fácil conseguir. Creo que costearía más en crinolinas y ropa interior pues eso es aquí lo más barato. En estos tiempos, la mayoría de la gente cose sus vestidos pues con los patrones es muy fácil hacerlo ya que un vestido bonito te cuesta $10.00 dólares o más, y haciéndolo es mucho más barato. Si tú puedes conseguir dinero para eso estaría bueno intentarlo aunque yo voy a tener dolores de cabeza tratando de llevar todos mis triques. Imagínate que nada más una caja de cartón está llena de libros.

El miércoles pasado,  en la noche, Mrs. Blue dio una fiesta en la noche para las muchachas que se gradúan y, aunque yo no me gradúo, me invitaron ya que éste es mi único año en los Estados Unidos. Las muchachas se quejan de la encargada, pero lo cierto es que cuando ella quiere hacer algo bien hecho, sabe cómo.

Fue una completa sorpresa. Nosotras habíamos visto que había arreglado una mesa en la tarde pero todas pensamos que iba a tener visitas. A eso de las 10:30 p.m. nos mandó a hablar a cada una con una de las chicas sin decirnos para que nos quería, nada más que deseaba vernos en su apartamento inmediatamente. Yo iba casi temblando pues la orden fue tan súbita y creí que nos iba a regañar, pero nada de eso. Yo casi no podía creerlo; la mesa estaba preciosa y tenía galletitas y sandwichitos lindos. Éramos trece, pero aquí no son supersticiosos.

El domingo pasado fui a Bloomfield y a Wappapello Lake con varias de las chicas que viven aquí en el dormitorio. Éramos Sharon, Mickey, Sue, Kay, Mary Jo y yo. Fuimos como de día de campo en el coche de los papás de Kay y nos divertimos muchísimo. No llevamos traje de baño porque creímos que aún hacía mucho frío para nadar, y luego nos pesó. Nos tocó un día primoroso y regresamos rendidas y hechas un verdadero asco, pero muy contentas.

Hoy es el día que le vamos a dar a Sonia su fiesta de despedida. Ella no sospecha nada y a mí se me hace que se va a impresionar y a llorar porque ya se va y no nos volveremos a ver. Así es la vida.
Ayer tuve mi primer examen y estuvo muy difícil. Escribí como por tres horas y acabé,  como dicen los gringos, brain washed.  Ojalá que lo pasara; fue francés.

Gracias por la carta de Australia, Mamá, estaría bueno que comenzando agosto hiciéramos un poco la lucha para ver si me conseguías un empleo pues así podría trabajar casi desde mi llegada.

De acuerdo con mis planes, estaré de regreso el 17 de agosto aunque no les voy a decir a qué hora para que sea sorpresa.


Saludos a todos y recibe todo el cariño de tu hija,  

Palabras pronunciada por Zita Barragán sobre mi autobiografía el día de la presentación


Amigos: Éstas son las palabras pronunciadas por la novelista durangueña Zita Barragán, el día de la presentación. Las incluyo aquí porque como no tienen el libro a la mano, de esta manera pueden darse cuenta de lo que tratas.

NARANJA DULCE, LIMÓN PARTIDO

Escribir un libro de memorias no es una tarea sencilla. El escritor que decide emprender esta aventura debe reunir una fuerte dosis de valor, para buscar en su interior y remover el pasado; de determinación, para enfrentar acontecimientos que había intentado olvidar o dejar atrás y tomar la decisión de regresarlos a la vida o de desecharlos en forma definitiva, y de sinceridad, para ubicar cada suceso en su justa dimensión. Debe también hacer acopio de todas sus fuerzas para regresar al territorio del pasado, volver a andar los caminos y reencontrarse con los muros, las habitaciones, las puertas y ventanas, los aromas, las voces, las manos y los rostros que se han ido para siempre. Debe también tener la conciencia de que derramará en  unos meses de escritura las lágrimas que no había derramado en años, porque la nostalgia y los recuerdos suelen ir de la mano con el llanto.

 Me parece que el título Naranja dulce, limón partido ha sido un acierto de la autora, por cuanto nos remite, sin escalas, a los tiempos felices y lúdicos de la infancia. Sin embargo, María Rosa Fiscal no inicia estas memorias al estilo de la escritura tradicional, es decir, mediante el uso de la narrativa lineal, que consiste en contar una historia a partir del inicio, continuar con el desarrollo y nudo de la narración, hastallegar a la esperadaconclusión, como en los cuentos y las novelas antiguas. Por el contrario, haciendo uso de una técnica narrativa moderna, la autora de esta obra abre el primer capítulo con una escena crucial en su vida: la tarde lluviosa de junio, en la ciudad de México, frente a los tres integrantes del jurado ante los cuales presentará su examen profesional para obtener el título de Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas. Se muestra segura, confiada y feliz ante el jurado, pero también ante su padre y tres de sus hermanos que se encuentran entre el público que abarrota el salón número once de la Facultad. Momentos de gloria. Objetivo logrado. Después de deliberar lo suficiente, el jurado decide otorgarle la mención honorífica.

 En los siguientes capítulos la autora entrelaza los tiempos y las atmósferas. Regresa a un 4 de octubre, día del cordonazo de San Francisco, cuando vio la primera luz en el número 508 de la calle Hidalgo, en la casa paterna de la cual guarda sólo algunos recuerdos muy vagos, entre ellos la recámara de sus padres y el cuarto de baño, en donde un alacrán le picó a su padre en un pie cuando salía de la regadera. Recorrer esta etapa de su vida resultamuy grato, entre juegos infantiles, el gusto por la lectura inculcado por su abuela materna y por la hermana de ésta, su tía-abuela Luz; excursiones, cenas navideñas–incluido el menú, que seguramente dará algunas ideas a las lectoras de estas memorias–, e  incluso revive el recuerdo del gato blanco, hermoso y grande, galán de las azoteas, que regresaba a la casa aporreado y con las orejas ensangrentadas, en busca de mimos y curaciones.

Los avances y retrocesos en la narración incrementan el carácter literario de la obra; la mirada del lector recorre los paisajes del pasado y en el instante siguiente se encuentra en el futuro, en medio de situaciones que arrancan a la autora de su niñez confortable para trasladarla a un mundo adulto, en el que el éxito o el fracaso de su proyecto de vida depende exclusivamente de sí misma y de sus propias decisiones. Los detalles de sus tribulaciones estudiantiles exhiben, entre líneas, cuáles fueron las prioridades que guiaron sus pasos y dieron forma a su futuro: la educación y la cultura. Así, por ejemplo, la autora nos cuenta que uno de los textos obligados en su escuela primaria, el colegio Sor Juana Inés de la Cruz, fue Rosas de la Infancia, de María Enriqueta Camarillo, sobre quien la autora escribiría muchos años después un ensayo titulado “Reencuentro con María Enriqueta” y enseguida nos revela, en contraste, su encuentro con la obra de escritores como Hemingway, Baudelaire, Verlaine, Steinbeck y muchos otros autores de literatura escritaen inglés, gracias a una beca que le permitió estudiar por un año en el Southeast Missouri StateCollege.

 Transcribo, de manera textual, un pensamiento de María Rosa, que la describe de pies a cabeza:

A los libros y a la lectura debo que, en la infancia y la adolescencia, se ensancharan mis horizontes y se enriqueciera mi vocabulario. Me enseñaron que el mundo era diferente allende las fronteras del estado. La lectura me ha permitido ganarme la vida y me ha brindado viajes y asistencia a coloquios y congresos literarios que, de otro modo, hubieran sido sólo un anhelo incumplido. Amigos fieles, los libros me han acompañado en noches solitarias, en ciudades extrañas. Me han consolado en horas de tristeza; han fortalecido mi espíritu.

Al dar vuelta a cada página, el lector se va dando cuenta, con asombro, de que una adolescente armada de fuerza de voluntad y deseos de superación fue capaz de vencer los obstáculos impuestos por una inesperada falta de recursos económicos, valiéndose de un arma poderosa que ha portado siempre: el conocimiento. Así, con el impulso de la autosuficiencia financiera que le proporcionó su trabajo como traductora y secretaria bilingüe, primero en Durango, en los tiempos de mayor actividad fílmica, y más tarde en la ciudad de México, en Washington, D.C. y en San Antonio, Texas, la autora de estas memorias sentó las bases sobre las que construyó, paso a paso, su propia historia.

 Son numerosas las anécdotas estudiantiles, entre ellas la humillación recibida en la preparatoria del Instituto Juárez por parte de un maestro misógino; destaca también la búsqueda constante de becas y oportunidades académicas, y en particular, su gusto por los largos viajes al extranjero, que ha sido una de las mayores pasiones de su vida.

Son muchos los libros que se publican en nuestra ciudad, en ocasiones más como un estímulo a la escritura en sectores específicos, como los jóvenes menores de treinta y cinco años o los niños, o como una cuota obligada en ese rubro de la cultura local. Sin embargo, los libros con un contenido edificante son muy pocos. Naranja dulce, limón partido es una obra que nos estaba haciendo falta a quienes defendemos los principios de la dignidad y el honor de las mujeres. A quienes tenemos el convencimiento de que ejemplos de vida como el de María Rosa Fiscal son aleccionadores. Estas memorias no son un ejercicio pretencioso, sino el testimonio de una existencia fructífera de trabajo, superación y tenacidad. De la integridad y la decencia que distinguen a su autora y que la han convertido en un personaje durangueño entrañable, en quien convergen el afecto y el respeto de quienes tenemos el privilegio de conocerla. Concluyo afirmando y reafirmando la opinión que expresa mi querido amigo y magnífico escritor Jaime Muñoz Vargas, quien en la introducción de este libro ha escrito: “…lo mismo que he opinado sobre pocas, sobre muy pocas personas, opino sobre María Rosa: este mundo sería mucho mejor, notablemente mejor, si hubiera más seres humanos como ella”.


Y al subrayar lo dicho por Jaime Muñoz Vargas, me permito agregar que éste, nuestro mundo, sería no sólo mejor, sino más digno y más civilizado. 

domingo, 4 de septiembre de 2016

Naranja dulce, limón partido, como la vida

Amigos lectores: Hace dos semanas se hizo la presentación de mi libro de Memorias. Ésta es la foto de portada. Ha corrido bastante agua bajo el puente desde aquel lejano año de 1943, pero pueden imaginarse cómo estoy ahora y habrá un mayor vínculo entre nosotros aunque nos separe la distancia física.

Últimas experiencias en Cape con amigas queridad

48.- EPISTOLARIO SEMO 

Cape Girardeau, Mo., 15 de mayo de 1958

Mi querida mamá:

Hoy recibí tu carta y me dio mucho gusto que fuera tan larga porque así me entero de lo que está pasando por allá.

El pasado fin de semana lo pasé en Charleston con Janet Burke y creo que ha sido uno de los mejores paseos de que he disfrutado desde que estoy aquí.  Ella es muy mona y es mi mejor amiga aquí en el dormitorio; se gradúa dentro de una semana y se casa en julio. Sus papás tienen una casa muy linda en las afueras de la ciudad y tienen un rancho. Tengo la impresión de que, aunque no lo aparentan, tienen dinero pues ellos tienen una sirvienta negra y la abuela tiene otra y ha viajado alrededor del mundo y en México, Europa, etc. Me hicieron que me montara en un caballo y he pegado de gritos porque por más  que quiero dominarme los dichosos animales me infunden un pánico horroroso; no aguanté más de cinco minutos arriba del caballo.

El domingo fuimos a pasear en el aeroplano de su tío y aunque yo tenía mucho miedo de trastornarme, gracias a Dios no me pasó nada. Volamos como por veinte minutos sobre Charles, el Mississippi y el Ohio. Se veía todo muy bonito y tan pequeño, el Mississippi parecía un riachuelo insignificante y los puentes, que en tierra con imponentes, desde arriba parecían juguetes. Estaban jugando carreras en el río y se veía muy bonito como se levantaba la espuma y como una lancha rebasaba a la otra.

El domingo tuvieron una comida para toda la familia y, aunque no es tan numerosa como la de los Gavilán, siempre eran bastantes, sobre todo para los Estados Unidos. Todos fueron muy amables y yo  me sentí casi, casi como en mi   casa. Una de las tías de Janet preparó un arroz delicioso y yo no resistí la tentación de pedirle la receta que está muy sencilla. Tendremos que experimentarla cuando regrese.

Mañana voy a ir a Charleston otra vez a dar un speech para los clubs y espero que será mi último pues ya estoy hasta la coronilla. Sí, es cierto que las señoras han sido muy amables conmigo y yo se los agradezco mucho, pero llega un momento en      que lo único que se quiere es que lo dejen en paz y no tener que contestar un sinfín de preguntas tontas que ya me sé de memoria.

No te imaginas lo cara que es la comida en los Estados Unidos, especialmente la fruta. Es un verdadero robo. Fíjate que como llovió mucho el año pasado las cosechas se perdieron casi por completo y como este año está lloviendo más o menos igual, las cosas siguen sube y sube de precio. ¿No es una ironía muy grande que aquí se pierdan las cosechas por exceso de agua y en México por el motivo contrario? Aquí ha llovido horrores. Southeast Missouri casi parece un lago. Hoy, de repente, se soltó un viento horrible que yo ya creía era un tornado y luego una lluvia tremenda que no dejaba ver en lo absoluto. Jamás había yo visto llover así.

La semana próxima vamos a tener una fiesta para los alumnos de idiomas en Memorial Hall. Vamos a tener canciones en francés, un speech de Gerhard, otro de Sonia, unos bailes míos y vamos a jugar a la pájara pinta, de la mar ha venido un navío cargado, cargado de, y a matarile. Como habrás adivinado,  yo soy una de las organizadoras y tengo miedo de que los gringos vayan a creer que los juegos son muy aniñados.

El sábado vamos a comer en el parque, en Cape Rock, Margaret, Sonia, otras dos chicas y yo. Tenemos planeado divertirnos mucho y tomar fotografías, aunque esto último lo dudo ya que cada vez que Sonia y yo planeamos tomar fotografíasm se desatan unos chubascos preciosos.

Voy a ver si te mando la llanta salvavidas de Riqui por correo.

Si me puedes decir de qué color es el traje de Carlos,  creo que le podría conseguir una corbata que le armonice.

¿Qué está haciendo ahora mi tío Jesús? Mamá Pina me ha contado que ya se separó definitivamente
Yo había planeado ir a nadar todos los días a la alberca en el parque pero desde que me enteré cuánto cuesta casi me dio un desmayo.  Pagas por hora y son $0.35 la hora. ¿No te parece que es un robo?
Dile a mi tía Luz, si mi carta no le llega a tiempo, que la felicito por el día de su santo.

Toda la semana he estado ocupadísima escribiendo mis temas de examen y ya casi me sentía loca. Gracias a Dios, ya acabé.

Mickey y Judy vinieron anoche de visita y me la hicieron bastante larga pues se quedaron hasta las 12:15 a.m. (Digo que vinieron de visita porque viven en el piso de abajo). Hoy me tuve que levantar a las 5:30 a.m. para ir a misa y ya se me cierran los ojos.

Buenas noches.
Mi letra está horrorosa pero no te fijes. Recibe todo el cariño de tu hija

Últimas semanas en Cape. Se acerca el retorno.

47.- EPISTOLARIO SEMO

Cape Girardeau, Mo., 7 de mayo de 1958

Mi querida mamá:

Hoy recibí tu carta y me dio un gusto loco pues parecía que ya todo mundo me había olvidado. El otro día recibí una carta de mi tía Luz y ya ésta me tranquilizó un poco pues estaba de veras muy inquieta.

 Qué bueno que haya ido Margarita pues me imagino lo ocupada que estarías. Yo también he estado ocupadísima y tengo todavía tanto qué hacer de aquí a los exámenes que me parece casi imposible que lo logre. Estos últimos tres meses me los he pasado de speech en speech y no tienes idea de cómo quitan tiempo. En fin, ojalá que Dios me ayude y salga bien. Como ya decidí quedarme durante el verano he pensado que nada más voy a tomar tres clases para ver si descanso un poco pues estos últimos meses casi no he tenido ni tiempo para respirar a gusto. Es increíble que me levanto a las 6:15 a.m. y me acuesto cerca de la medianoche y no me rinde el día. Yo no sé qué hacen estos gringos para que el tiempo se vaya tan de prisa pues aun para comer nos atrangantamos.

Ya me informé en los autobuses y no está tan peor. Salgo de Cape a las 5:43 a.m. y llego a Monterrey el día siguiente a las 9:30 p.m. Las conexiones están muy bien y tengo 50 kilos de equipaje libres con la seguridad de que va en el mismo camión que yo y que no me tengo que preocupar por él. El boleto de aquí a Monterrey cuesta $31.13 dólares y, claro, si lo compro de aquí a Laredo es menos, pero así tengo la seguridad de que cruzo la frontera en el camión y que tengo mi boleto seguro de Laredo a Monterrey. No te preocupes por mandarme dinero pues creo que me las podré arreglar muy bien.

A la compañera de cuarto la tendré que seguir aguantando durante el verano pues no me animo a pedir que me la cambien pues se armaría un escándalo. Ojalá que no nos vaya tan mal. Durante el verano voy a cambiar de cuarto; va a ser el 70 pues tiene dos ventanas y no nos dará tanto calor.

Del viaje a Washington o a las cataratas del Niágara es casi imposible pues es muy caro; además, está muy lejos. No te imaginas lo caro que es aquí todo porque el dinero no alcanza para nada.

No me vas a creer cuando llegue y veas toda la ropa nueva que tengo que casi toda ha sido regalada. Mrs. Estes me trajo ahora una bata color de rosa muy bonita y unos pijamas amarillos lindos también. Anoche que estuve en Bismarck me regalaron unos guantes blancos y un ramito de flores muy bonito y no falta quién me dé $5.00 dólares o alguna otra cosa cada rato.

El dormitorio cierra el día 29 de mayo y abre el 8 de junio, Yo voy a pasar esos días en Jackson, Mo. Queda muy cerca de Cape y es un pueblecito lindo. Las señoras de los clubes allá quieren que yo sea su invitada por esos días y parece que me voy a divertir mucho, Voy a pasar un día o dos con Mrs. Pott pues ella me va a ayudar a hacerme un vestido.

Ojalá que el vestido que te compré te guste pues me da miedo que no te vaya a agradar. A Gonzalo ya le compré las canicas aunque no sé si serán exactamente como las que él quiere. Voy a ir juntando las cosas que me voy a llevar pues el tiempo se pasa como rayo. Además, tengo que empacar con tiempo para ver cuántos velices más necesito.

Ojalá que pases un día de la madre muy contenta. Saluda de mi parte a Papá Chuy y espero que ya estará casi bien.

Con saludos para mi papá y hermanos, recibe el cariño de tu hija que no te olvida.

Texto escrito hace muchos años pero muy adecuado para este verano lluvioso.

LA CONSTRUCCIÓN DEL  COLECTOR PLUVIAL SUR

El texto que leerán  a continuación lo escribí creo que entre 1996 y 97 pero me sentí impulsada a rescatarlo hoy porque las últimas dos semanas ha llovido intensamente en Durango, como hace mucho tiempo no ocurría. Ha habido inundaciones en las calles y la circulación se volvió muy difícil. Muchos coches se quedaron varados.

 Por supuesto, el agua es vida y tan necesaria para el campo pero ha causado mucha destrucción en las casas de las familias de escasos recursos y, también,  en la ciudad cuyas calles están llenas de baches (hoyos) en el pavimento y en las banquetas (aceras) y apenas se puede circular. El hoyo se ve rebosante de agua, pero el conductor ignora qué tan profundo es y qué tan peligroso sería pasar encima de él. En las banquetas es más difícil caminar porque hay obstáculos por doquier y también hoyos al por mayor.

Las autoridades anteriores,  que están prontas a irse,  porque el cambio de gobierno será el 15 de septiembre se han lavado las manos al respecto, como lo hicieron durante toda la administración anterior cuando se dedicaron principalmente a construir obras de ornato sin tener en cuenta las necesidades de los ciudadanos.

Ya no vivo en mi linda casita de la calle Hacienda Santa Patricia,  donde escribí el texto que sigue, y ya no tengo tanta necesidad de salir si cae un aguacero torrencial, pero el texto es divertido y deseo que ustedes al menos se sonrían al leerlo.

LA CONSTRUCCIÓN DEL COLECTOR PLUVIAL SUR

Quienes navegamos cada verano en las caudalosas aguas del Boulevard Domingo Arrieta, la pasamos mal. Los propietarios de embarcaciones pequeñas (VW, Golf, Nissan, Caribe o algún calafateado Renault) sufrimos cuando los orgullosos dueños de trasatlánticos (Suburban, Ram Charger y todo tipo de pick-ups) navegan a toda velocidad y aumentan el nivel de las aguas creando olas innecesarias. ¡Ni hablar de los buques- cisterna (autobuses urbanos registro SEP-AZTECA-IMSS o CAMIONERA POR LIBERTAD) que arremeten contra los menos altos y, en muchas ocasiones, propician que las pequeñas naves encallen sin remedio!

Por ello, recibimos con gusto la noticia, hace casi dos años, de que se iniciaría la construcción del Colector Pluvial Sur que aliviaría las inundaciones y las  tribulaciones de los pilotos. En el embarcadero del supermercado Soriana Madero se congregaron autoridades y público en general (¿serían marineros de corazón?) y una tarde se anunció que, ahora sí, comenzaban las obras.

Primero, se trabajó en la zona habitacional  del Huizache –también peligroso río veraniego-  y, en otoño de 1997, una mañana, sin decir agua va, ni mediar anuncio radiofónico o letrero que informara a los navegantes cuál sería la situación aquel lunes, se cerró la glorieta Madero y todos, sin excepción debieron navegar por la calle Hacienda Santa Patricia (donde yo vivía) y arreglárselas como pudieran para llegar a su destino final.

El polvo se adueñó del ambiente hasta el jueves 12 de diciembre cuando la nieve negra (un descenso de más de 12 grados centígrados en unos cuantos minutos) cubrió la ciudad. La máquina excavadora quedó muda e inmóvil durante dos meses. Un vecino comentó que el radiador se había estropeado  por el congelamiento. Sin embargo, un día desapareció. Alguien dijo que la habían reparado y que se la habían llevado para trabajar en las nuevas vías navegables que se estaban construyendo en otros rumbos de la ciudad.

Inesperadamente, el trascabo reapareció y se puso manos a la obra con toda celeridad. Esta vez los navegantes se enfrentaron a la noticia (otro lunes caótico) de que una de los canales del Boulevard Domingo Arrieta se convertía en uno de doble sentido. Como en el otoño anterior, sin previo aviso y sin respeto ni consideración a la ciudadanía.

En sí, las obras beneficiarán a la comunidad; no obstante, un poco de cortesía y previsión habrían evitado molestias y enojos y la población las habría aceptado con mejor talante. Por ejemplo, ¿por qué no se utilizaron los canales de Tierra Blanca como vías alternas? ¿Por qué, además de recomendar su utilización, no se colocó un mapa espectacular, con anticipación, informando cuáles eran y cómo llegar a ellas? Los semáforos, por supuesto, no funcionan desde hace meses, a pesar del intenso flujo naviero. Los agentes de navegación (tránsito) sólo se dejan ver algunos días y en las horas pico, Después, todos quedamos librados a nuestra buena suerte y a la civilidad de los conciudadanos.

Ahora, se trabaja intensamente. Pero, ¿se concluirá la obra antes del día de las elecciones y, lo que es más importante, cumplirá los fines para los que fue diseñada?  (Hoy, estamos en la misma situación: las anteriores autoridades ya se van y ni quién se ocupe de los hoyos).  En otras palabras ¿se resolverá el problema de las inundaciones en días de tormenta?  Para quien lo ignore, conviene recordar que el agua sube de 0.50 a 1.00 metro en pocos minutos  y que las lagunas o estanques se forman como por arte de magia (quizá se podrían utilizar como criaderos temporales de peces). Los buques-cisterna, cuando llevan pasaje hasta las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, dejan a los pasajeros a buena distancia (para no correr el riesgo de encallar) y éstos deben nadar o mojarse hasta la rodilla para llegar al sitio de trabajo.

Desde que tengo uso de razón, la Acequia Grande se derramaba tres o cuatro veces por año (en gran medida, debido a que la gente la utilizaba como basurero) anegando toda la zona en ambas márgenes. Después, se entubó y afirmó que ya no habría más inundaciones. A pesar de ello, año tras año nos congratulamos si logramos navegar por el área sin quedarnos a media laguna. ¿Cuál será el futuro para los que viven en Tierra Blanca y a ambos lados del multicitado Boulevard?


Los romanos fueron espléndidos constructores de caminos, acueductos y puentes.  ¿No habrán dejado alguna muestra de su manejo de las inundaciones? 

Cuestión de honor, telenovela turca transmisitida por el Canal 13 y que ya finalizó.

CUESTIÓN DE HONOR

Se trata de una breve telenovela turca que se transmitió por el Canal 13 de Televisión Azteca y que llegó a su final el 14 de agosto. Ahora es común que como las televisoras no tienen qué programar cuando se acaba el futbol han escogido transmitir el final de sus telenovelas el domingo por la noche.
Está basada, según se informa en internet, en una serie italiana titulada L’onore e il respetto y, por supuesto, tiene que ver con la mafia (en este caso, la turca aunque también está implicada la de Europa oriental) y la venta y trasiego de drogas. Los principales protagonistas son Yigit y Emir. El primero es muy guapo, de mediana estatura,  rubio y con barba;  en otras palabras, no corresponde a la imagen usual de los turcos. Emir es totalmente diferente; alto, de cabello obscuro, con ojos negros, sin barba. Yigit está totalmente comprometido con la mafia turca de Estambul y es un colaborador distinguido y apreciado por Hakki, el jefe de ese grupo, que, a su vez, le debe respeto y sumisión a otro personaje que denominan El gran hermano. Por su parte, Emir es honesto, está terminando sus estudios para ser nombrado fiscal y desea ante todo convencer a Yigit para que abandone esos negocios peligrosos e ilícitos. Naturalmente, sin éxito, lo que conducirá a la muerte de Yigit al final de la novela porque no podría tener un final feliz.

Las mujeres son altas, delgadas y muy bellas. Hay dos rubias, Sibel, enamorada de Yigit con quien finalmente contrae matrimonio para salvar su vida y que también muere. La otra es Gül que tiene un papel muy pequeño dentro de la novela, pero cuya intervención es decisiva para lograr la captura de Hakki. Con excepción de Sibel, que desea ser modelo y, de hecho, lo intenta, pero se mete en problemas, y de Derya, que trabaja en una oficina, las otras no tienen una profesión.

Derya es una morena espectacular, muy alta, delgada y con una figura espléndida. Es fiel amiga de todos y termina casada con uno de los asistentes de Yigit. Menos llamativa es Kubra, pero ése es el papel que le asignaron. Está enamorada de Yigit con quien tiene una relación pasajera de la que nace una niña a la que llaman Elid.  De menor estatura y sin nada que destaque en su físico, usa un aparato en una pierna que parece ser consecuencia del maltrato de su padre. Vivió con él hasta su fallecimiento y es tímida e insegura. Acepta contraer matrimonio con Emir cuando éste se lo propone para darle un padre a su hija y para continuar siendo aceptada en la sociedad como una mujer respetable. Al principio, es un matrimonio de conveniencia sin ningún acercamiento real, pero terminan por enamorarse el uno de la otra.

Después de su matrimonio, Kubra decide abrir una pastelería, porque ha pasado toda su vida en la cocina y es lo que conoce. En la telenovela Qué culpa tiene Fatmagul, ella y Ebe Nein, abren un restaurante, lo cual comprueba que en Turquía todavía son pocas las mujeres que tienen una profesión y que pueden aspirar a otro tipo de empleo.  Recordemos que Fatmagul era una muchacha de campo, ignorante, que después decide estudiar para presentar los exámenes de secundaria.

Los escenarios son lujosos, con alfombras y mobiliario del gusto de los turcos, especialmente la mansión de Hakki. Las casas de las muchachas son modestas, con un frente angosto y como de tres pisos pues en la planta baja sólo se abre la puerta y se aprecia la escalera que conduce a los pisos superiores. La colonia donde viven ellas es de clase media sin lujos y más bien con casas similares.  
Las playas, calles y hoteles, aunque pequeños, son muy bellos. Se disfruta una vista del puente del Bósforo, así como de los yates y barcos que navegan en las aguas del Mar Negro. La acción transcurre entre estos escenarios y no tenemos otras vistas de Estambul.

Así como en la telenovela citada anteriormente asistimos a un ritual antes del matrimonio, en ésta conocemos las reglas y ceremonias para los funerales. Por ejemplo, vemos que los cuerpos son enterrados envueltos en sábanas y sin ataúd. También los monumentos funerarios son interesantes, aunque los que se muestran corresponden a un cementerio de clase media y no de la opulenta.


Me he acostumbrado a las telenovelas brasileñas y a las turcas que transmitía Azteca y ahora no me agrada la serie mexicana que sustituye a Cuestión de Honor si bien para los domingos por la noche han recurrido a un éxito anterior: Master Chef. Sin embargo, mientras no disponga de televisión de paga, deberé conformarme con los programas de los canales abiertos, aunque siempre queda como consuelo el Canal 11, del Instituto Politécnico Nacional, cuya programación es mucho más variada e interesante.