OTRO MEXICANO EN
BUSCA DEL ÓSCAR
En 2014 el guionista, productor y
director Alfonso Cuarón, que ya había
dirigido muchos filmes exitosos, pretendía alcanzar el codiciado Óscar por su
película Gravity. Pero el galardón se
le escapó de las manos, aunque sí recibió muchos premios en otras categorías y en otros festivales. Cuarón tenía ya una larga carrera. Hizo sus
estudios de cinematografía en el Centro Universitario de Estudios
Cinematográficos (CUEC), de la UNAM, donde conoció a Emmanuel Lubezki con quien
ha hecho varios filmes, entre ellos, Gravity.
Cuarón empezó a destacar en
México con su película Solo con tu pareja
(1991) protagonizada por Daniel Jiménez Cacho, que en realidad tocó un tema
hasta entonces inusual en la cinematografía mexicana y que nos hizo reír (por
lo menos, a mí, mucho). Dirigió también Y
tu mamá también (2001) con dos jóvenes actores que por entonces empezaban a
destacar: Diego Luna y Gael García Bernal, compartiendo créditos con la actriz
española Maribel Verdú. Su película más exitosa, desde el punto de vista
económico, ha sido Harry Potter y el
prisionero de Azkabán donde logró
insertar un pequeño elemento que recordaba su mexicanidad.
Esta año quien espera el Óscar es
Alejando González Iñárritu (que ahora ya se convirtió en Alejandro G. Iñárritu porque en los Estados Unidos sólo se usa un
apellido) por su filme Birdman (que
me gustó mucho, especialmente la actuación de Michael Keaton. Ya ha recibido varios premios en otros
festivales, pero habrá que esperar al 22 de febrero para ver qué sucede.
Su carrera es larga con temas que
sacudieron a la sociedad mexicana en su momento: Amores perros (2001), El
crimen del padre Amaro (2003) basada en una novela del escritor portugués
Eca de Queiroz publicada en el siglo
XIX, Babel
(2006) que le valió a la actriz mexicana
Adriana Barraza ser nominada al premio como mejor actriz secundaria. Luego vino Biutiful (2010) filmada en España y que era difícil que obtuviera
el premio porque trata de ilegales asiáticos y africanos llegados al sur de
España donde son explotados por sus patrones. Ahora le toca su turno a Birdman (2015). Veremos qué sucede,
aunque, en lo personal, lo veo difícil. Sin embargo, dice el refrán que el que
persevera, alcanza, así que veremos qué le depara el futuro.
En 2012, el excelente actor
Demián Bichir (que también ha emigrado a Los Angeles) estaba nominado por la
película A better life, que pasó sin
pena ni gloria porque trataba de un jardinero mexicano
indocumentado que deseaba una mejor vida
para su hijo. En 2003, la veracruzana Salma Hayek, que se dio a conocer con la
película El callejón de los milagros,
basada en la novela egipcia de igual nombre escrita por Naguib Mahfuz
y que le valió el Premio Nobel en 1988. La adaptación a la realidad
mexicana fue hecha por el recientemente
fallecido Vicente Leñero, estuvo nominada en 2002 a la categoría de mejor
actriz por su actuación como la pintora Frida Kahlo.
Considerado uno de los mejores
fotógrafos de México, en 1965 Gabriel Figueroa fue nominado como mejor
fotógrafo en blanco y negro obtuvo por el filme La noche de la iguana, que hizo famosa la playa de Puerto Vallarta.
En 1955, Katy Jurado fue nominada en la
categoría de actriz de reparto por la película Broken Lance.
Muchas esperanzas había en el
país cuando la película Arráncame la vida
(2008), basada en la novela del mismo nombre de Ángeles Mastretta, fue nominada
al Óscar como mejor película en lengua extranjera. ¡Oh, desilusión! Pasó casi
sin pena ni gloria. El único latinoamericano que
obtuvo el Óscar en dos ocasiones ha sido Anthony Quinn por las películas Viva Zapata y Anhelo de vivir, basada en la vida del pintor Vincent van Gogh.
Cuando se invita por televisión a
la ceremonia de entrega de los Óscares, no falta quien diga “Viva México”.
Estoy de acuerdo en los mexicanos compitan
cada vez más con sus películas y que aspiren al ansiado galardón. Sin
embargo, debemos recordar que, en realidad, dieron sus primeros pasos en
nuestro país, pero que ha sido en nuestro vecino del norte donde han encontrado
mejores oportunidades.