61.-EPISTOLARIO SEMO
Cape Girardeau, Mo., 16 de julio de 1958
Mi muy querida mamá:
No sabes con qué alivio recibí tu
carta pues de veras estaba muy preocupada sabiendo que estabas enferma; bendito
sea Dios que ya estás bien.
Ojalá que cuando recibas esta
carta ya hayan llegado mis otros bultos pues me interesan más que el tigre; yo
escribí al correo explicando que el tigre es viejo y está medio sucio a ver si
condonan los derechos. En caso de que no los condonen, o siquiera que los
reduzcan un poco, puedes dejarlo ir pues no me importa mucho conservarlo. Sabía
muy bien que me iba a dar mucha lata llevármelo porque está muy grande y no
cabía en ningún veliz, pero me daba lástima regalarlo porque me lo dieron
Mickey y otras de las chicas el día de mi cumpleaños ya que aquí todas las
muchachas tienen verdaderas colecciones de animales de peluche que ponen sobre
las camas. Como yo no tenía ninguno, decidieron comprarme uno, pero no me
explico por qué no me regalaron dos pequeños en vez de uno tan grande; como te
digo, si no perdonan los derechos no lo saques porque no vale tanto la pena. En
cuanto a los paquetes del express, me tienen bastante preocupada. Ojalá que mi
carta sirva de suficiente prueba de que soy mexicana y los dejen pasar.
No cread que no siento deseos de
dejar todo como está y regresarme; a veces me siento tan cansada y sin ganas de
hacer nada. No me decido a abandonar todo tan cerca del fin, especialmente
después de que tengo bastante buenas calificaciones y que he trabajado tanto
para merecerlas. Parece increíble que estos últimos días me parezcan más
pesados que todo el año junto, pero estando tan cerca del fin creo que bien
vale la pena aguantarse y aprovechar lo más que se pueda, al fin y al cabo
dentro de muy pronto estaré de vuelta.
No creas que no extraño mucho a
mis amigas, me siento muy sola y triste sin ellas. Todas las chicas con las que
yo me llevaba muy bien no están aquí; unas están trabajando, otras de
vacaciones y otras sólo descansando. Sonia ya no está aquí, ni Mickey, ni Judy,
ni Sharon, ni Janet, especialmente esta última. Margaret me ha dicho que vaya a
su casa muy seguido, pero queda un poco lejos y hace tanto calor para caminar
en las calles que mejor me quedo en el dormitorio.
Tú sabes que con mi compañera de
cuarto jamás me llevé bien, y creo que el no tener que verla más cuando me vaya
será mi primera alegría. Creo que ella ha tratado de ser mona y amable conmigo
lo más que ha podido, pero no dio resultado. El haber vivido con ella será la única
experiencia desagradable que me lleve de los Estados Unidos. No me acuerdo si
te platiqué que ella quería que fuera a pasar un día con ella en su granja, y
no tenía ni el menor deseo pero no encontraba la forma de rehusar pues no
quería molestarla. Gracias a Dios, todo se resolvió y no voy a tener que ir.
Imagínate que no tienen baño o río, como nosotros teníamos en La Villa y a 90
grados de temperatura y sin baño me hubiera muerto. Además, por la forma como ella es tengo la
impresión de que en su casa deben ser bastante cochinitos porque, de acuerdo
con lo que me ha platicado, su hermana limpia la casa retacando la basura
debajo de las camas. ¿Te imaginas que horror?
Sobre mi regreso, probablemente
será el 14 de agosto; el 15 estaré en
Monterrey y el 16, en la noche, en Durango. Voy a llegar medio loca después de
tanto tiempo en el autobús, pero feliz de estar otra vez con ustedes.
Otra señora rica, Mrs. Miles, me regaló un veliz, no nuevo,
pero bastante bueno. Estaba pensando si Mamá Pina no querría que en lugar de comprarle el veliz con los ocho dólares de
ella que aún tengo, tratara de conseguirle un vestido negro, así podría vender
el otro y sacarle algo. Creo que con este veliz tendré suficiente para todas mis
cosas y cargar con el de Mamá Pina, casi vacío, sería más lata; además de que
tengo seis velices y ya son bastantes.
He seguido pensando en lo de
Carlos y si mi proposición de que viva con los Cuéllar no te parece bastante
buena, por qué no pensar en que vaya a Guanajuato. Creo que tienen una muy
buena Universidad, aunque claro que no como México y, además, ofrecen becas;
como tienen muchos turistas y él sabe inglés, podría trabajar en sus ratos
libres guiando grupos a través de la ciudad y de los sitios históricos y le
pagarían bastante bien. Además, Guanajuato no es tan grande como México y sus
gastos serían naturalmente más baratos, y es una ciudad muy bonita e
interesante. Cuando menos, podría comenzar allí y después cambiar a México.
El año próximo viene una chica de
Perú en mi lugar y, según Miss Cleaver, no es tan “encantadora” como yo.
También va a venir una chica de Francia y Miss Cleaver tiene pensado presentar
comedias en francés, Sería una oportunidad formidable para mí de practicar el
francés, pero no voy a estar aquí; claro que no puedo tener todo lo que deseo
en esta vida, pero sí me encantaría estar aquí para hablar francés.
Creo que ya no tengo nada más que
platicarte; saludos a todos. Ojalá que ya estés completamente bien y no tengas
ninguna recaída. Recibe todo el cariño de tu hija que anhela estar de vuelta.
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