sábado, 27 de febrero de 2016

Libro del Dr. Arnoldo Krauss sobre muerte de su madre


CURSO RÁPIDO DE TANATOLOGÍA

Decidí titular así este texto sobre el libro Recordar a los difuntos (2015), del  Dr. Arnaldo Krauss,  presentado en la Feria del Libro de Guadalajara en diciembre del año pasado, porque ya había utilizado ese título cuando escribí sobre las festividades para el día de muertos en nuestro país.  El libro nos muestra cómo el Dr. Krauss acompañó a su madre Helen en el proceso de decaimiento que lleva a la muerte.  Al inicio, hace hincapié en que ella tiene 89casi90años y cómo empieza a mezclar lo que sucede hoy con lo ocurrido en su niñez.  Veamos el siguiente diálogo:

                        -Hola, Ma, buenos días, ¿cómo estás?         
                        -Bien. Ya se me hizo tarde. Voy a la escuela.
                        -¿A cuál escuela?
                        -A la primaria, a la de Polonia, Aquí no fui a la escuela.

Los padres de Krauss sobrevivieron al holocausto. Después de la liberación, se encontraron en el camino a París donde solicitaron la visa para ser aceptados en México. Aquí se establecieron, formaron una familia y están enterrados. Son, pues, mexicanos de corazón.

El diálogo anterior  se repite durante muchas páginas, lo que hace pensar al lector que sólo se trataría de eso. Afortunadamente, no es así.  Krauss recuerda más adelante el proceso del fallecimiento de su padre, que fue completamente diferente porque murió relativamente joven y  no cayó en la demencia senil.

Este diálogo también me recordó aquella escena de la famosa película Driving Miss Daisy  (1989) en la que Jessica Tandy, da vida a una  mujer rica que en sus años mozos fue profesora de escuela. El célebre actor Morgan Freeman interpreta al chofer. Una mañana ella dice: “No encuentro mis cuadernos. Llegaré tarde a la escuela”.  Es comprensible que sea la escuela porque esa era la actividad aceptada por la sociedad y  a la que se dedicaban las mujeres antes de contraer matrimonio.
Más adelante Krauss reflexiona –y obliga al lector a reflexionar- sobre lo que significa para la persona de avanzada edad, no necesariamente enferma, la proximidad  de la muerte y cómo se recuerdan los momentos felices de la infancia. Hay muchos párrafos donde se habla del tiempo y de cómo las personas mayores van perdiendo las fuerzas: “lo que era ligero, ahora es pesado, las prisas desaparecen”  y quienes  los rodean no comprenden la situación.

Hay muchas consideraciones sobre el tiempo que me parecen importantes. Krauss escribe: Opina que lo que cualquier  adulto mayor desea es “Pervivir lo mejor posible –con los elementos disponibles- o morir cobijado con dignidad y entereza deben ser las consignas”. Por ejemplo, darse cuenta de que se empieza a perder el control de los esfínteres  significa mucho dolor “porque cuando la enfermedad rompe el mundo partir es necesario”.

Páginas más adelante Krauss menciona la importancia del Día de Muertos en nuestro país: “No por azar las ofrendas y las comidas predilectas servidas en la mesa para que los difuntos las degusten,  al lado de parientes, amigos y vecinos. La mesa dispuesta ese día invita y facilita el reencuentro entre quien se fue y quienes se quedan, y ejemplifica los vínculos eternos entre vivos y muertos y la necesidad de los primeros para mantener vivos a los que se fueron”.  

En otro párrafo y siguiendo con el tema del tiempo escribe: “¿Tarda el tiempo? El tiempo altera su ritmo cuando inicia y termina la vida. En esas circunstancias el tiempo sí cambia: se observa el cuerpo –la muerte, la vida- de otra manera”. Una vez fallecida la persona amada, “Encontrar las palabras adecuadas para nombrar la ausencia es difícil. Sentado, frente a las palabras no siempre dóciles o exactas, se comprende mejor el significado y la profundidad de la ausencia”. Hay quienes deciden conservar su habitación tal como estaba antes, incluyendo la ropa. Hay quienes respetan su lugar en la mesa del comedor como si fuera a presentarse de un momento a otro. Hay quienes prefieren no nombrarlo porque es demasiado doloroso. Así se vive el proceso hasta que el tiempo, misericordioso, cicatriza  la herida.

Una vez fallecida su madre, Krauss sigue escribiendo sobre el pasado y el presente. Recordando la infancia, la adolescencia, los momentos felices. Para buscar consuelo, recurre a autores famosos de los cuales toma frases, ideas, opiniones. Casi al final, escribe:

Quienes tienen pocas deudas emocionales y vivieron con plenitud confrontan la muerte desde un ángulo diferente. Le temen, siempre se le teme, es el final. Cuando la existencia fue plena y el tiempo y la vida se agotan, el diálogo entre vida y muerte difiere, es más terso, más comprensible, duele con otro dolor. Ese diálogo es el culmen de una vida bien vivida.


Hace mucho tiempo que deseaba tomar un curso de tanatología. Después, abandoné la idea porque pensaba que si mis padres y varios de mis hermanos habían fallecido, ya no habría necesidad de reflexionar sobre la muerte. En este  libro Krauss me ha llevado de la mano por muchas páginas donde se habla sobre ese momento que va a llegar inevitablemente  y me hizo comprender mejor muchos pensamientos que tenía sobre el paso del tiempo. 

Mueren Umberto Eco y Harper Lee

MUEREN UMBERTO  ECO Y HARPER LEE EL MISMO DÍA

Curiosamente, el destino quiso que dos destacadísimos escritores Umbertp Eco, italiano, y Harper Lee, estadounidense, fallecieran el mismo día. Eco escribió muchos libros, no sólo novelas, pero fue precisamente El nombre de la rosa (1980) la que lo llevó a la fama. Harper Lee publicó en 1960 una novela que me parece trascendental para  los anales de la literatura de los Estados Unidos,  Kill a Mocking Bird, traducida al español como Para matar a un ruiseñor.

Filósofo, semiólogo y novelista, Umberto Eco nació en Alessandria,  Piamonte, en 1932 y falleció en Milán este año el 19 de febrero. Su novela ya mencionada le abrió las puertas de la literatura universal y del cine. La edición en español es un poco farragosa porque incluye las numerosas citas en latín que incluyó Eco. En la edición inglesa las eliminaron para hacer más fácil la lectura.

La historia empieza cuando el franciscano Guillermo de Baskerville (interpretado por Sean Connery, que hace un espléndido papel, y su discípulo Adso  de Melk (Christian Slater) llegan a la abadía donde tendrá lugar una importantísima reunión entre los franciscanos, que protestan por la riqueza y el lujo del papado, y los cardenales, representantes del papa que defenderán su posición. Por supuesto, hay más historias entrelazadas. En el camino, Guillermo de Baskerville señala algunos incidentes que le parecen sospechosos: por ejemplo, hay unas huellas extrañas en la nieve y encuentran un caballo que anda suelto. A partir de estos signos, Guillemo de Baskerville iniciará una investigación para resolver las misteriosas muertes que han tenido lugar en la abadía. Va a indicar numerosos detalles que le parecen significativos y que muestran el deseo de Umberto Eco de incorporar la semiótica en su narrativa.

Entre las numerosas publicaciones del filósofo italiano se cuentan las siguientes: Obra abierta (1962), Apocalípticos e integrados (1964), La estructura ausente (1968), Tratado de semiótica general (1975). En estos libros explica su teoría de la semiótica, que continúa lo que Ferdinand de Saussure había  propuesto en su libro sobre semiología. Es decir, que todas las cosas y actitudes comunican, son signos que el lector debe interpretar por lo que debe existir una estrecha colaboración entre el autor y el lector. Vino después  Lector in fabula (1979) que no alcanzó el éxito de los antes mencionados.  Escribió también una difícil novela El péndulo de Foucault, publicada en 1988, y que no tiene nada que ver con el filósofo  francés Michel Foucault. En el año 2000 recibió el premio Príncipe de Asturias.

La norteamericana Harper Lee no alcanzó gran notoriedad en su país. Sin embargo, puso de manifiesto el racismo que había en el deep South  como también lo hicieron la escritora Carson McCullers en sus magníficos relatos y, principalmente, el novelista William Faulkner.  En la novela mencionada se trata de un abogado blanco que acepta defender a un campesino afroamericano acusado de haber violado a una mujer blanca. Está basada en un incidente real ocurrido en la ciudad de Monroeville, en el estado de Alabama, su pueblo natal, durante el período de la gran depresión,  y del que se enteró cuando tenía diez años.  

Cuando se pensó en llevarla al cine, actores como James Stewart rehusaron representar el papel del abogado  Atticus Finch,  que fue aceptado finalmente por Gregory Peck, quien, en mi opinión, hizo un espléndido trabajo. El filme obtuvo tres Óscares. Tanto la novela como el libro son una denuncia contra la injusticia social, pero también se aprecia la pérdida de la inocencia.  Harper Lee escribió después otros relatos, pero no alcanzó gran fama.

Resulta sorprendente,  como lo señalo al inicio, que hayan fallecido el mismo día. Ambos jugaron un rol importante para la literatura. Los textos sobre semiótica abrieron otras posibilidades tanto para la crítica literaria como para la cinematográfica. La novela de Harper Lee fue una fuerte denuncia contra la injusticia social  que todavía se da en muchos lugares. Recordemos, por ejemplo, a los afroamericanos muertos por los policías cuando no se detienen de inmediato. No hay que olvidar tampoco que cuando el huracán Katrina  golpeó Nueva Orleans en 2005, los últimos en ser evacuados de  algunos asilos y hospitales fueron los afroamericanos.


Leí To Kill a Mocking Bird hace muchos años (lamentablemente, desapareció de mis libreros seguramente en alguna mudanza) y vi la película porque Gregory Peck fue uno de mis actores preferidos. En mis clases de literatura en la Universidad Vasconcelos seguí la teoría de la semiótica para el análisis literario y vimos la película. Los presupuestos filosóficos de Eco son indispensables para la carrera de Comunicación. 

EPISTOLARIO NUM. 19

19.- EPISTOLARIO SEMO

Malden, Mo., 28 de noviembre de 1957

Mi querida mamá:

Ayer recibí tu carta ya casi para venirme, así que hasta hoy te contesto, ya en Malden.

Yo también tuve exámenes los primeros días de esta semana y no tengo la menor idea de qué calificaciones saqué. En English Composition estoy segura de que me fue muy bien, pero no así en las demás. En American Literatura me reborujé con las ideas de Emerson y Thoreau, que son dos tipos bien locos y muy parecidos, además de que el profesor dijo que aprendiéramos ciertas frases célebres que eran muy importantes y luego preguntó exactamente las que no habíamos aprendido. En Speech estuvo medio difícil pues todas las preguntas necesitaban respuestas casi iguales y en Historia también estuvo medio complicado. Ojalá que mis pruebas no estén muy mal porque tengo muy bien promedio y sentiría mucho que me bajara. La letra está medio chueca pero no pude encontrar una posición correcta para escribirte, así que perdona.

La casa de la señora donde estoy viviendo es una verdadera maravilla; de verdad que no mintieron que iba a estar en la casa más bonita de Malden. Es toda la madera barnizada y alfombrada, cada cuarto en distinto color. Tiene unos muebles primorosos y cortinas, cuadros, etc., todo de muy buen gusto.; no sé cómo describírtelo por carta, pero ya te lo explicaré después. Baste saber que está preciosa.

La señora se llama Alice Weber pero todo mundo le dice Rusty. Es aproximadamente de tu edad, no es alta,  morena, de ojos verdes, muy mona y amable. Ella y su esposo no tuvieron hijos y recogieron a un negro hace como 25 años y lo educaron como si fuera su hijo. Le tienen un cuarto precioso, con todo lo que se le antoje. Ellos son católicos.

Anoche me llevaron a una fiesta informal y me divertí muchísimo. Nada más éramos dos muchachas y cinco muchachos, Todos los muchachos son graduados de la universidad y están estudiando aquí en la base aérea. La mayoría son de las mejores familia del noreste de los Estados Unidos y qué diferencia comparados con los muchachos que van al colegio en Cape. Casi toda la noche me la pasé con Richard Giesler. Es un muchacho muy agradable, no es muy alto ni es rubio, no le gusta el rock n’roll  ni el bee bop, así que muy de mi gusto. Congeniamos muy bien y mañana en la noche voy a ir con él a un baile en la base aérea. Ya te platicaré qué tal porque Dick es mejor que Lloyd en  todos aspectos.

Rusty y yo vamos a ir mañana a un té y quién sabe qué más festejos hay organizados para mí; afortunadamente, no tengo que dar speeches.

Y ahora Thanskgiving, Hoy en la mañana fuimos a misa y luego no desayunamos para poder comer todo lo que había para mediodía, Imagínate una mesa preciosa, con trastes traídos de Alemania, de cristal y plata.  Luego, la comida. Teníamos pavo al horno con dressing (un relleno especial, ya te mandaré la receta), pato con un arroz muy chistoso, pero rico, ejotes, espárragos, pan hecho en casa, arándanos, ensaladas, gravy, pie de calabaza, pie de menta,  dos class de fruit cake  con vino, dulces, chocolates, fruta, galletitas, café y leche. Yo comí de todo y estaba regio. Luego, fíjate qué mona Rusty. Invitó a cinco muchachos españoles para que vinieran a comer conmigo yo pudiera hablar español, así que estuve tan contenta como no lo había estado antes. Estos muchachos estaban encantados conmigo pues hacía mucho que no veían a una muchacha latina. Son muy simpáticos y agradables, por lo que nos divertimos cantidad.

Yo estoy fascinado con Rusty y su esposo. No tienes idea de qué tantos dulces, pasteles y cosas ricas hizo Rusty para mí; me trata como si fuera su hija. Parece que siempre tuvo ganas de tener una hijay Dios no se lo concedió.

Bueno, mamá, de la beca todavía no me resuelvo porque no me quiero quedar otro año aquí, pero te prometo que lo voy a pensar antes de decidirme.

Parece que va a nevar pues está haciendo bastante frío y como que quiere llover.

Saludos a la familia y reciban todo el cariño de su hija que no los olvida,

P.S. Quisiera que vieras el cuarto que tengo. De sueño.  


sábado, 20 de febrero de 2016

Carta núm. 18 de la serie SEMO

EPISTOLARIO SEMO 18

Cape Girardeau, 22 de noviembre de 1957

Muy querida mamá:


Me dio mucho gusto ver que me contestaste tan pronto pues siempre te tardas un poquito más.
Ayer tuvimos una prueba de vocabulario y me podía haber ido mejor de lo que me fue. Me sabía todas las palabras muy bien, pero fue una de esas pruebas eb que uno tiene que identificar la palabra, por ejemplo: surmise = evidence, accusation, conjecture y muchos de los sinónimos que el profesor puso no los sabía yo, así que fallé un poquito, pero no mucho.

Hoy tuvimos el examen de tap dance y creo que no lo hice tan mal tampoco. Lo chistoso es que en los tres meses no pude llegar a entender a la profesora. Si aprendí algo, fue observando a las demás; otra cosa, aprendimos cerca de doce bailes y no sé ninguno bien pues íbamos tan aprisa que jamás llegamos a practicar uno bien.

La crítica que te mandé puedes tirarla a la basura, si quieres, porque es imposible guardar tantos papeles.

El martes pasado di otro speech para un grupo de señoras y parece que les gustó mucho. Yo, tan vergonzosa y corta que era, me he vuelto tan atrevida. ¡Te sorprenderías si me vieras!  Es una de las cosas en que tenido que ejercitarme porque como no hay nadie que saque la cara por mí, tengo que arreglármelas yo sola.

El domingo en la tarde voy a ir a una comida con Mr. y Mrs. Bollack y Miss Cleaver;  espero divertirme mucho.

El domingo en la mañana tenemos Misa de Comunión General y luego un desayuno para todos los miembros del Newman Club; yo creo que va a estar muy bonito. Fíjate que por más que he tratado de convencer a Sonia de que vaya a confesarse, no quiere hacerlo porque le da pena. Yo me las averiguo como puedo a la hora de la confesión, pero es un consuelo muy grande ir a misa, comulgar y encomendarse a Dios. El día 12 de diciembre, cuando vayan al Santuario, pídanle a la Virgen por mí, ya que no puedo ir a verla.

El otro día en la noche tuvimos una fiesta de sorpresa y despedida para una de las muchachas que se gradúa la semana próxima. Pero vieras qué clase de fiesta: todas estábamos en pijama, unas con pastillas, otras cepillándose el pelo, etc.  Todas entramos al cuarto de esta muchacha, que ya estaba dormida, la despertamos e hicimos fiesta. Cada rato tenemos fiestas de este estilo y nos divertimos muchísimo.

Por más que pienso para ver qué te platico, no me acuerdo de que haya pasado nada interesante, así que aquí termino ésta.

Magdalena Muñoz me escribió y me platicaba de la muerte de su tío, así que le contesté dándole el pésame.


Saludos a toda la familia y para ustedes todo el cariño de su hija que olvida.  

The Revenant (El renacido)

THE REVENANT

Ese es el título de la última película dirigida por Alejandro González Iñárritu y que se estrenó en nuestro país en enero de este año con el nombre de El renacido, poco poético pero que sí corresponde de algún modo a la trama.

En lo personal, la película me encantó y la recomiendo ampliamente aunque requiere de paciencia y de habilidad para transportarse a los escenarios que nos presenta.  Es larga (casi dos horas), filmada en Canadá, con muchos paisajes cubiertos de espesa nieve, muchos ríos caudalosos y un personaje principal: Hugh Glass, interpretado magistralmente (desde mi punto de vista) por Leonardo di Caprio. La película ha recibido ya varios galardones: los premios Globos de Oro a la mejor película, al mejor director y al mejor actor. En los premios BAFTA (British Academy of Film and Television Arts, de Londres) se llevó cinco:  mejor filme, mejor actor, mejor sonido, mejor director y mejor fotografía (por supuesto, de Emmanuel Lubezki, que ha colaborado ya con González Iñárritu en varias ocasiones). Está nominada para dos Óscares: mejor director y mejor actor, aunque la Academia ha desdeñado ya en varias ocasiones a Leonardo di Caprio. Hasta ahora, la música, que me pareció espléndida, y que fue compuesta por el japonés Ryuichi Sakamoto y Alva Noto no ha recibido ninguna mención especial.

El guión, adaptado de la novela de Michael Punk e, por el propio González Iñárritu y por Mark L. Smith, nos ofrece una historia épica y una esforzada lucha por la supervivencia. Inicia con una vista de cazadores ingleses y norteamericanos que han dado muerte a muchísimos renos: se aprecian los pesados bultos que han formado con las pieles y que venderán a buen precio cuando regresen a la civilización. Glass tiene como rival a Fitzgerald que no sólo está en desacuerdo con el camino propuesto por Glass para el regreso, sino que lo deprecia abiertamente por haber tenido un hijo, llamado Hawk, con una indígena. La traducción al español de esa palabra significa azor, águila, gavilán, cualidades que sí corresponden al personaje.

Por un enfrentamiento con su rival,  Glass se aleja del grupo  y es atacado ferozmente por una osa que defiende a sus oseznos y queda muy malherido. Como el grupo debe iniciar la caminata de regreso antes de que el invierno se muestre con todo su poder, Fitzgerald propone, o bien dar muerte a Glass, o bien abandonarlo a su suerte. Hawk interviene para defender a su padre pero es muerto por Fitzgerald. El grupo entonces, que ya siente cerca el ataque de los indígenas, inicia el retorno abandonándolo. 

Aquí se inicia la lucha por la supervivencia porque Glass decide que debe retornar vivo para entregar a Fitzgerald a la justicia y vengar a su hijo. Con un esfuerzo muy superior a su fuerza física por sus heridad, Glass se enfrenta no sólo a un severísimo invierno sino a diversos enfrentamientos con grupos indígenas que lo persiguen. Recurriendo a toda la fuerza de su espíritu y a alimentarse con lo que encuentre en su camino, logra llegar al campamento donde ya se encuentra Fitzgerald.

La fortaleza y el deseo de sobrevivir de Glass me impresionaron mucho y me recordaron un episodio de mi vida. Hace casi quince años sufrí una caída que me lastimó la columna vertebral. Como al principio no le puse atención, el daño avanzó. Una mañana, al querer levantarme de la cama, las piernas no me respondieron. Me asusté muchísimo, hice algunos movimientos y, al fin, pude ponerme en pie. Corrí a  consultar a un ortopedista quien de inmediato, aparte de los medicamentos para aminorar el dolor, me ordenó usar una faja ortopédica (todavía continúo usándola) y me envió al CREE (Centro de Rehabilitación y de Educación Especial). Al presentarme al examen con la doctora que debía autorizar mi ingreso a las sesiones de  terapia, me dijo: “Lo suyo no tiene remedio, va a terminar pronto en una silla de ruedas”. Con fuerza, rápidamente repuse: yo no voy a quedar paralítica, apruebe que yo entre a terapia y le aseguro que voy a caminar. Hace poco me la encontré en el pasillo del hospital y le dije: “Ya ve, doctora, todavía aquí ando”. Sonrió y me contestó:” me alegro”.  Toda esta historia se me vino a la cabeza a medida que avanzaba la caminata y el esfuerzo de Glass, por eso me atrevo a incluirla en este texto.

Es un filme épico porque muestra cómo los ingleses y norteamericanos fueron poco a poco apoderándose de las tierras de los indígenas y cómo estos con flechas y hachas se enfrentaban a contrincantes que los superaban en armamento. Además, iban  despoblando a distintas regiones de los animales que antes se movían con plena libertad por esas tierras que les pertenecían; por ejemplo, los renos y los búfalos.

La música me pareció extraordinaria. Distintos segmentos concuerdan plenamente con la fuerte corriente de los ríos, con las cascadas y, a veces, con un lento deslizarse de las aguas. Di Caprio logra,  desde mi punto de vista, una actuación formidable. La fotografía de Lubezki  es sencillamente formidable  y, por supuesto, la dirección de González Iñárritu, intachable.  Todo el equipo se trasladó a Canadá para filmar en escenarios reales, así que también eso merece una mención especial.


Los filmes producidos por González Iñárritu tienen siempre una preocupación social. Así podemos apreciarlo en Amores perros o en Biutiful, para mencionar sólo dos, y esta película tampoco podía faltar.   

martes, 9 de febrero de 2016

Autobiografía de Ángeles Mastretta

JUGANDO CON LA AUTOBIOGRAFÍA: ÁNGELES MASTRETTA

En la Feria Internacional de Libro de Guadalajara, celebrada a principios de diciembre del 2015, se presentó el libro El viento de las horas, de Ángeles Mastretta,  famosa por su primera novela Arráncame la vida, que, en 2008, se  convirtió en una magnífica película (desde mi punto de vista) con las actuaciones de Ana Claudia Talancón, Daniel Jiménez Cacho y José María de Tavira. Tuvo tanto éxito en nuestro país que fue enviada para concursar  por un Óscar en Hollywood en la categoría de mejor película extranjera, aunque allá no llamó mucho la atención, quizá porque no les interesa la historia de un general corrupto.

En México nunca ha sido fuerte la corriente de escribir biografías o autobiografías  aunque últimamente se han publicado varios libros que corresponden a esa categoría: por ejemplo. A veces, ayer del conocido médico especialista en bioética Dr. Arnoldo Kraus. También se han traducido al español autobiografías de autores extranjeros, por ejemplo, El hombre perfecto, una obra póstuma de Albert Camus, y Diario de invierno, de Paul Auster. En ese sentido, El viento de las horas (2015) viene a abrir un camino para que las mexicanas –escritoras o no- se animen a escribir sus memorias o autobiografía.

Mastreta no sigue un orden cronológico, sino el de sus recuerdos. Comienza recordando su infancia en Puebla, la llegada de su padre a nuestro país emigrado de Italia, el matrimonio con su madre, los años y compañeras de escuela. Pero puede dar un salto cronológico o intercalar breves párrafos de un gran sentido poético.  Por ejemplo,

Del enorme fresno frente a mi ventana están cayendo las hojas del otoño. Una mariposa cruza por el mismo aire, El sol pega sobre sus alas y la hace relucir como un trozo de oro. ¿A dónde va la mariposa? ¿A dónde su oro?

El título del libro procede de un hermoso poema del famoso poeta chiapaneco, Jaime Sabines, que luego se convierte en el epígrafe. Dice así:

Si sobrevives, si persistes, canta,
Sueña,  emborráchate.
Es el tiempo del frío: ama,
Apresúrate. El viento de las horas
Barre las calles, los caminos.
Los árboles esperan: tú no esperes
Éste es el tiempo de vivir, el único.

En estas páginas Mastretta prueba que ha seguido el consejo de Sabines y que ha sabido aprovechar las oportunidades que la vida ha puesto al alcance de su mano. Incluso que, en su momento, ella y su esposo, el historiador Héctor Aguilar Camín, se atrevieron a romper con los convencionalismos sociales y religiosos y decidieron vivir juntos sin contraer matrimonio. La vida ha sido generosa con Matretta porque le ha ofrecido viajes, oportunidad de publicar artículos y libros, de disfrutar viajes a Cozumel y sitios maravillosos en la lejana China o a la impresionante Amazonia  pero muy diferentes a los que incluyen comúnmente las excursiones turísticas. Hace además énfasis en su relación afectuosa tanto con su peinadora como con unas personas que conoce en Cozumel y a los que siempre visita en sus estancias en la isla. Intercala, además, versos de Sor Juana Inés de la Cruz, de Ramón López Velarde, de Renato Leduc y del cantante Sabina, entre otros muchos. 

Incluyo un párrafo sobre el azúcar que me ha parecido muy ad hoc para los días que vivimos y con el que estoy de acuerdo:

La amenaza de provocar un diente picado era la única mala fama que se le permitía al azúcar. Todo lo demás eran ventajas. Hasta el mal de amores se curaba con postres. Nadie hablaba, como ahora, no sólo de cuánto engorda sino de que casi cualquier mal puede venir de su textura. (…) Jamás se habló mal del turrón, de los polvorones, ni del mazapán. Mucho menos de las azucareras. Nadie se imaginó que a la mesa llegarían, en su lugar, unos pequeños sobres de papel que, para mí, son el sinónimo más preciso de la palabra desencanto. ¿Quién le hubiera dicho al hada del azúcar, en cuyo nombre escribió Tchaikovsky una Danza exquisita, que alguna vez querrían suplirla con el gnomo al que llaman Aspartame?

Se trata, en pocas palabras, de un libro ameno, bien escrito y con pasajes poéticos.  Ángeles Mastretta ha sido una escritora afortunada a quién se le han abierto las puertas de la literatura. Y eso queda confirmado por este libro editado por la editorial Seix Barral, en la colección Biblioteca Breve. Además, me encantó encontrarme con la antigua palabra faltriquera que casi nadie conoce.


  

Comentario a la telenovela de Azteca

¿QUÉ CULPA TIENE FATMAGUL?

Así se titula la telenovela que desde hace tres o cuatro meses se transmite por el Canal 7,  de Televisión Azteca, en Durango, de las 9:00 a las 10:00 p.m. Les confieso, amigos lectores, que  cuando empezó yo había decidido no verla porque era muy temprano (generalmente, si hay buen tiempo, a esa hora, o riego el jardín, o doy una caminata alrededor del parque del fraccionamiento). Sin embargo, una noche me senté frente al televisor y me interesó mucho.

Es una novela turca y Turquía, como ustedes saben, es el país que pertenece tanto a Europa como a Asia. Por ejemplo, si alguien quiere ir por carretera a Francia o a Moscú, puede hacerlo y no está obligado a volar. Los escenarios son espléndidos: Estambul, esa ciudad que tanto deseé visitar, el Mar Negro, el estrecho del Bósforo que separa la parte europea de la asiática y que tiene unos puentes formidables, las playas y las torcidas callejuelas en el centro de la ciudad. Hasta ahora no hemos visto ninguna mezquita.

 Presentan una ciudad totalmente occidentalizada: las mujeres ya no llevan el pelo cubierto, hay unas que se lo han teñido de rubio, usan tacones altos y asisten a la escuela sin problema. Ya sabemos que fue Mustafa Kemal Ataturk (Salónica, Grecia,  1881- Estambul 1938) quien reformó Turquía transformándola en un estado moderno, democrático y laico; por ejemplo, se preocupó por los derechos de las mujeres y porque las personas tuvieran un apellido. A él se lo conoció como Ataturk, pero anteriormente a las personas se las reconocía por su oficio o por su lugar de origen.

La historia inicia cuando unos jóvenes ricos, Erdogan, Selim y Vural, acompañados de su amigo Kerim, regresan de una parranda. En el campo ven a una bella joven que cuida a unos borregos y se abalanzan sobre ella para violarla. Kerim no toma parte en la violación, pero tampoco la impide. Después, para reparar el daño, contrae matrimonio con Fatmagül para que tenga un lugar en la sociedad. De otra manera, nadie la respetaría y sería considerada una prostituta.  Por supuesto, no hay ninguna relación sexual  entre ambos. Ebe Nine, a madre de Kerim, es quien la encuentra en el campo después de la violación, la adopta como su hija, la lleva al hospital y la protege. De esta manera, Fatmagül es una mujer honrada y tiene una familia.

A pesar de las circunstancias adversas, Fatmagül toma la decisión de presentar una denuncia contra sus violadores. Cuando esto sucede,  las familias de Erdogan, Selim y Vural, encumbradas y ricas, deciden cambiar la historia y sobornar a quien sea  para proteger su apellido y culpar a Fatmagül  por lo sucedido. Mustafá, un modesto pescador y antiguo  novio de Fatmagul, que la rechazó después de lo acontecido, no tiene reparo alguno en dejarse sobornar  por los padres de Erdogan, Selim y Vural, con la intención de aprovecharse de ellos y vivir como rico.

 Por medio de Kadir,  un inteligente, culto y desinteresado  abogado porque  Fatmagül carece de los recursos para contratar los servicios de un licenciado se presenta la denuncia y se convoca al juicio, en el que Fatmagül de alguna manera sale derrotada. Es interesante ver  la forma en que se desarrollan estos juicios en Turquía.  Además, al ser encarcelados los tres violadores, observamos  cómo son las celdas y el trato a los presos  en la cárcel, aunque quizá no ocurra así  en la realidad.

Los escenarios son espléndidos y nos permiten asomarnos a las lujosas oficinas y casas de la alta burguesía. Los muebles de oficina no son modernos, sino de un  estilo oriental.  Tapices y alfombras cubren los bien cuidados pisos. Todos, ricos y pobres, beben té a cualquier hora; los cafés, casi siempre repletos de hombres, tienen forma rectangular y las mesas, individuales o para más personas, son también rectangulares.

La historia avanza con lentitud   porque así le conviene a la televisora. Sigo deleitándome con los paisajes y observando la forma en que los personajes reaccionan en Turquía. Hay hermosos jardines llenos de flores y Ebe Nine, madre de Karim y protectora de Fatmagül, prepara medicinas y conservas con muchas hierbas naturales.


Me gusta esta telenovela porque no se ocupa del narcotráfico ni de la violencia que apreciamos en las historias grabadas en Miami con actores de distintas nacionalidades. Se trata de un relato que revela la corrupción de los ricos (como en cualquier país del mundo) y de los recursos a su alcance para defenderse (veamos lo que ha ocurrido con Moreira, el exgobernador de Coahuila que acaba de obtener su libertad en España y a quien le devolvieron su pasaporte). Prevalece la indefensión de la mujer en México y en cualquier otro país del mundo y cuántos obstáculos debe vencer para probar su inocencia. 

Epistolario SEMO 17

EPISTOLARIO No. 17

Cape Girardeau, Mo., 10 de noviembre de 1957

Muy  querida mamá:

Mi tía Luz me escribió a principios de semana y me decía que se había muerto el esposo de Toy. No lo podía creer, por eso esperaba con ansia que me escribieras y me platicaras todo para saber qué había pasado. No sé por qué tenía una ligera esperanza de que no hubiera pasado nada y que mi tía Luz se hubiera equivocado. Me parecía tan triste y, sin embargo, es cierto. Le escribí a Toy hace dos días para darle el pésame pero no mencioné nada de Amando porque no sabía nada de que también él se hubiera muerto. Me imagino que don Amando debe estar arrepentidísimo de haber despachado a Amando con José Luis; se me hace que la pobre de Toy es la que lo va a sentir más porque recién casada y tan enamorada de José Luis como estaba. Yo no sabía que estuviera de encargo y esto se me hace aún más triste. Por favor, cuando los veas dales el pésame de mi parte y diles que voy a pedir a Dios por ellos.

Gaby me escribió hace como dos semanas y me platicaba que ella también había encargado y que estaba muy trastornada. ¿Te platicó ya algo?

Fíjate que mandé mi vestido azul marino con cuello rosa a la tintorería y me lo descompusieron todo. Lo estiraron y ahora está todo chueco y en vez de ser recto, ahora parece ancho y, para colmo, me cobraron carísimo. A propósito de vestidos, ahora que me acuerdo si tú crees que consigues una buena clienta para los vestidos que dejé y que te paguen buen precio, pues entonces sí véndelos; si no, no porque venderlos porque quiero tomar clase de corte y a ver si los reformo cuando vuelva.

Diles a las Muñoz que estoy muy sentida porque no me han escrito, que no sean flojas.

Thanksgiving es el día 18 de este mes y vamos a estar de vacaciones. Los exámenes finales de este trimestre son los días 25, 26 y  27; luego, tenemos  vacaciones hasta el día 2. Yo voy a ir a Moulden; es una ciudad a 150 millas de aquí. Me invitó una de las señoras de los clubs a pasar unos días en su casa. Ya te platicaré.

Te mando un recorte de los mejores carros alegóricos del desfile de la semana pasada. No te mando el periódico porque no tiene nada interesante.

También te mando una crítica de un libro que hice para la clase de inglés. Al profesor le gustó  mucho y no tiene ni una sola falta grave, sólo algunos errores de puntuación y que no le gusta mucho mi letra, así que voy a tener que hacer ejercicios de caligrafía.

Platícame de Javier. ¿Lo has visto en algún lado? ¿Cómo se ha portado?

Anoche fui a un concierto de piano y estuvo precioso. El pianista se llamaba Richard Cass y es formidable. Tocó Chopin, Mozart y Lizt.

De Halloween ya te platicaba en mi otra carta. Me divertí mucho. Lloyd es bastante agradable, pero no creo que me vuelva a invitar porque no dejé que me besara. Aquí la costumbre es que al despedirte te besan de good night y yo no tenía ningunas ganas de dejarme besar nada más porque sí y porque es la costumbre. Así se lo dije y no le gustó nada la idea, pero ni modo. Por eso creo que no me volverá a invitar.

Imagínate que ahora obscurece a las 5:00 p.m. y no me puedo acostumbrarme a la idea de que siendo tan temprano ya está como boca de lobo.

No creas que la comida no engorda, porque sí lo hace. Hay días que comemos  puras féculas y luego cenamos a las 6:00 p.m. y nos acostamos cerca de las medianoche, así que para esa hora ya tenemos hambre y volvemos a comer galletas o palomitas o lo que tengamos, y esto es lo que nos engorda.

Las calificaciones aquí son A, B, C, D y A es la más alta. En inglés tengo A-, que significa que casi casi es la más alta. ¿No te da gusto?


Bueno, mami, eso es todo por ahora. No dejes de escribirme. Saludos y reciban todo el cariño de quien no los olvida.   

Epistolario SEMO 16

Cape Girardeau, Mo., 2 de noviembre de 1957

Muy  querida mamá:

La pulsera de las maripositas es una de las que yo quería, pero la otra seguramente la perdí. Ni modo.

Te mando el menú del banquete del lunes pasado. Nomás fíjate en el español. A las señoras que me llevan a pasear las he conocido en los clubs a donde he ido y yo no sé por qué me invitan. Tal vez porque les caigo bien, luego porque quieren hacerme pasar el tiempo de una manera más agradable y, además, porque como no tienen hijos, les gusta tener alguien joven de vez en cuando.

Hoy en la noche voy a un juego de futbol y luego a un baile. Voy con Lloyd Nelson, pero no vamos solos pues va un matrimonio joven con nosotros. Él debe tener como 26 años, alto, rubio, ojos azules,  muy simpático y atento; nos llevamos bastante bien y me parece muy agradable. Este fin de semana es homecoming y halloween y vamos a tener un desfile con carros alegóricos, Yo voy en el International Relations Club. Luego es el juego y, después, el baile. Nosotros no vamos al baile, sino a una fiesta de una fraternidad, pero es más o menos lo mismo.

Todos los edificios del colegio están decorados con temas alusivos a homecoming y lo único que nos entristece es el clima. Toda la semana habíamos tenido muy bonitos días y relativo calor, pero hoy amaneció muy nublado y lloviendo. Ahora ya no llueve, pero sigue nublado y con frío.

El viernes en la noche tuvimos una obra de teatro. Se llamó “Rey de corazones” y estuvo muy buena. Platícame la que presentaron allá.

A Fausto ya hace días que le escribí, pero quién sabe si le llegó la carta o no.

Lola me debe 15.00 pesos del vestido azul verde y dile que te devuelva la blusa. Como no me acuerdo bien qué tenía voy a tener que perder algo. Voy a tomar clase de corte pues tienen una profesora muy buena y creo que me conviene aprender.

Me gustaría mucho que le escribieras a Miss Cleaver una notita, si tienes tiempo, pues ha sido amabilísima conmigo y le daría mucho gusto recibir una carta tuya. Puedes mandarla al colegio y ahí se la entregan.

Si puedes mandarme un dólar, te lo agradecería mucho, pues he tenido algunos gastos que hacer.
Te mandé un periódico y unas fotos de otro periódico. Dile a mi tía Luz que te enseñe la carta que le escribí donde le platico de mi viaje a Festus para no tener que escribirlo otra vez.

Imagínate que el viernes nos levantamos a las 5:15 a.m. para poder ir a misa pues aquí no hay misas en la tarde y como tenemos clases muy temprano teníamos que ir a misa primero. Ojalá Dios N.S. tome eso en consideración para cuando me muera.

Bueno, mami, creo que es todo por ahora. Ojalá que todos estén bien. Saludos y reciban un abrazo de quien mucho los quiere,


Escritores famosos durante la primera mitad del siglo veinte.

AUTORES DEL 450
La ciudad de Durango celebró el 450 aniversario de su fundación en 2013. Ese año se inauguró la Plaza Fundadores, en la esquina de 5 de Febrero y Bruno Martínez, y hubo otras celebraciones. Entre ellas, se proyectó reimprimir a varios autores famosos de Durango durante la primera mitad del siglo veinte. Nos convocaron a varios escritores contemporáneos para que cada uno se ocupada de escribir el estudio introductorio de algún libro. Lo triste del asunto es que el proyecto debió iniciarse dos años antes para que los libros estuvieran listos el 8 de julio de 2013. No fue así. La presentación formal se hizo apenas en 2015. Claro que uno de los obstáculos que impidió la realización del proyecto fue que se atravesó la celebración del centenario del nacimiento de José Revueltas ocurrido el   de 1914 y se dio preferencia a la publicación de sus obras completas.

Los autores escogidos, así como sus libros, fueron los siguientes:

Francisco Castillo Nájera
El Gavilán

Antonio Estrada
La sed junto al río

Xavier Icaza

Panchito Chapopote
Ladislao López Negrete

Fuego en la cumbre

Martín Gómez Palacio

El mejor de los mundos posibles

Miguel González Avelar

Palindromía

Gabriel Ibarra Guerrero
Relatos intrascendentes

Anastasio G. Saravia

Cuatro siglos de una hacienda

Francisco Zarco

Varios textos periodísticos

Antonio Gaxiola

Tras la huella de Anatolio
Everardo Gámiz

Costumbres durangueñas

Alejandro Martínez Camberos

Ciudad y canto

Olga Arias

Del inexpresable sentimiento

Beatriz Quiñones

De sirenas trásfugas y otros seres provocadores


Rafael Hernández Piedra

A la orilla del poema

María Elvira Bermúdez

Cuentos presuntamente completos, tomos I y II


A mí me tocó en suerte ocuparme de Ladislao López Negrete y de su obra Fuego en la cumbre, que ya comenté anteriormente. Vale ahora la pena detenerse un poco en  otros autores. 

El corrido grande El Gavilán, escrito en versos octosílabos y en el español popular de Durango hablado a finales del siglo XIX, fue escrito en 1934 cuando su autor ocupaba un puesto diplomático en la embajada de México en Francia. En opinión del crítico Ermilo Abreu Gómez se asemeja mucho al corrido  Martín Fierro, del argentino José Hernández, porque “ambos se ciñen al impulso de condiciones étnicas semejantes (…) Se trata de dos corridos grandes de tipo popular-erudito”.  

Antonio Estrada es mejor conocido por su novela  Rescoldo. Los últimos  cristeros (1961) donde relata esa etapa de la guerra cristera en Durango y la muerte de su padre Florencio Estrada. Tanto en esa novela como en La sed junto al río (novela seleccionada para esta colección) encuentro, como lo escribí  en mi antología Durango. Una literatura del desarraigo (1991)  que “quizá sea Estrada Muñoz el más localista y apegado a su terruño: la región habitada por los tepehuanes donde vivió su niñez y sus años más felices”.

Correspondió a Jaime Muñoz Vargas escribir el estudio introductorio de una novela poco conocida: Panchito Chapote (1921), del escritor durangueño Xavier Icaza (Durango, Dgo., 1882-Xalapa, Veracruz, 1969) que muchos críticos literarios consideran como veracruzano porque parece que nunca regresó  a su tierra natal.

Escribe Muñoz Vargas que esta novela (que Icaza llamaba retablo)  es la historia “de este personaje veracruzano que pasa de pobre a rico gracias a que vende una propiedad donde hay petróleo”. Además, cita a varios críticos literarios que consideran a esta obra como la única novela de la corriente literaria conocida como el estridentismo.

En sus Relatos intrascendentes (1945), el doctor Gabriel Guerrero Ibarra narra sus experiencias como médico que cumple con su servicio social en el poblado de Nombre de Dios, hoy muy cerca de la ciudad de Durango, pero, en aquellos años, alejado por la carencia de medios de comunicación. El escritor Óscar Jiménez Luna señala –y estoy de acuerdo con su punto de vista- que en estos relatos hay muchos pasajes que recuerdan a Rulfo. Sin embargo, después de este libro el Dr. Guerrero Ibarra se interesó más por el cine por lo que escribió muchos guiones para los filmes mexicanos.

Sólo tres mujeres fueron seleccionada para esta colección de Autores del 450: Beatriz Quiñones (cuentista y poeta, además de periodista), Olga Arias (nacida en Toluca, pero arraigada en Durango donde descansan sus restos mortales) y María Elvira Bermúdez, abogada, cuentista, novelista y ensayista, además de ser la primera mujer en escribir relatos del género policiaco.

Desconozco cuál ha sido el destino de estos libros. Tuve la fortuna de que el Instituto de Cultura me obsequiara una colección completa, pero no sé si estarán disponibles para que cualquier lector pueda adquirir uno o si en la Biblioteca Central, en el barrio del Calvario, existe un colección completa al alcance de cualquier lector que deseé consultarla.