jueves, 15 de octubre de 2015

Continúo con mis cartas de 1957

EPISTOLARIO SEMO  5

Cape Girardeau, 30 de septiembre de 1957

Mi querida mamá:

El dinero ya lo puse en el banco desde el primer sábado que pasé aquí, así que no tienes que preocuparte por eso. Respecto al recorte  de periódico, no lo necesito porque tengo otro, nada más si sale algo de mí en el periódico de Durango, sí me gustaría tenerlo.

Este fin de semana fui a San Luis con Mickey McIlvaney, una de las chicas del dormitorio que me invitó a ir a su casa, Fuimos en un carro con un muchacho y tres muchachas más porque así nos sale más barato. Su familia es de clase meia y su casa está muy mal arreglada, pero fueron muy amables y me pasearon mucho.

San Luis es una ciudad bastante grande y sucia, la mayoría de los edificios son de arquitectura  francesa clásica y  se ven muy sucios pues el hollín y el humo de las fábricas se ha pegado a la cantera de las paredes y tienen un color negro. También hay edificios modernos muy bonitos. Los puentes sobre el Mississippi son muy grandes e imponentes, así que me pongo a pensar cómo son los de Nueva York. Vi también algunos de los barcos “show boats”, pero ya no hacen el recorrido a lo largo del río sino que están anclados. Hay muchos museos, colegios, universidades, etc. Todos muy bonitos.

También fui a un parque precioso y muy grande con un zoológico formidable, creo que de los mejores de América. Tiene una variedad fantástica de animales muy limpios y bien alimentados; yo creo que todos los que existen en el mundo.  Donde yo pasé más tiempo fue con las serpientes y los cocodrilos; estos últimos están en estanques alambrados así que los ves muy cerca y son impresionantes; las serpientes están en casas de vidrio  con árboles, una para cada una, y también se ven muy bien. Tienen desde la boa más grande y fuerte hasta la cobra de la India, pasando por serpientes de cascabel, anacondas, etc. El domingo fui a la Catedral antigua; fue construida por los españoles y es del mismo estilo de las que hay en México con la diferencia de que aquí predomina el mármol y allá la cantera labrada. De cualquier forma, prefiero la de México.

También fuimos de compras. Hay cuatro tiendas gigantes con todo lo que uno quiera, pero ésas son las de lujo, así que fuimos a otras. Es una ciudad en pequeño  con todas las tiendas y un estacionamiento muy grande. Allí puede un comprar todo lo que quiera a precios muy baratos; me compré dos faldas de lana preciosas y un suéter, así que estoy quebrada por este mes. Había unos abrigos preciosos a $30.00 ó 40.00 dólares, así que no son muy caros. Imagínate que en casa de Mickey les hice arroz y les encantó. No creas que me quedó muy bueno porque le puse demasiada agua, pero como ellos no saben, se lo comieron y les supo muy bueno.

Estoy yendo a la clase de español de Miss Cleaver a platicar con los alumnos y corregirles la pronunciación. Son muy simpáticos; me preguntaron que si me gustaría que me hicieran una cena de enchiladas y tacos para sentirme como en México. Yo les platiqué mi aventura con los tamales, por lo que creo que van a hacer una cena típica americana.

Te incluyo una carta para mi tía Luz porque me ahorro un timbre. Me da mucha tristeza saber que todo sigue igual. Yo creí que ya la cosa podría haber mejorado un poquito; yo no dejo de pedir a Dios que nos ayude y espero que  así será. Aquí sólo voy a la Iglesia los domingos pues queda muy lejos y en las tardes, que es cuando podría ir un rato, obscurece a las seis y me da miedo ir sola, así que mejor me quedo aquí.

No creas que he dejado de extrañar pues siempre se me hace muy difícil, pero he tratado de sobrellevarme un poco y aguantar el año con la mejor disposición.


Saludos para todos y tú recibe todo el cariño de tu hija que no los olvida. 

Comentarios sobre novelas pasadas por TV Azteca

MAL Y DE MALAS LAS TELENOVELAS DE AZTECA

Corre el rumor de que Televisión Azteca enfrenta  serios problemas económicos y que ha despedido a mil empleados. Por lo pronto, anunció que ya no va a producir telenovelas; se dice que puede intentar series, que son la moda actualmente y que tienen gran éxito en los Estados Unidos, aunque los mexicanos no estamos acostumbrados a ellas.  Incluso canceló un programa que me agradaba mucho: “Escape perfecto”, quizá porque los participantes ganaban premios (algunas veces hasta un automóvil)  y eso significa un ahorro.

Tiene otro programa de concurso, “El legado”, que se transmite los sábados a las 11:00 p.m. Al inicio, aparentemente se reparten $350,000 a los concursantes ($50,000 a cada uno) y el triunfador se lleva el premio, según lo que logre acumular contestando correctamente las preguntas, si i tiene suerte y triunfa en la última prueba. En realidad, no se reparte nada de dinero porque uno a uno los concursantes son eliminados y atinarle a la palabra final es muy difícil, así que, por lo general,  el supuesto campeón se va con las manos vacías aunque invitado  para participar en el programa de la siguiente semana.

En la actualidad, en el Canal 7, a las once de la noche,  se repite la telenovela brasileña “Avenida Brasi”l que antes se transmitió a las 9:00 p.m. Ahora, en este horario presenta una producción turca llamada “¿Qué culpa tiene Fatmagül?”, de la cual no he visto ni un solo capítulo y que reemplaza a “Caminos de Guanajuato” que concluyó recientemente.

Esta historia, según se informa en internet, es una adaptación de una novela española sobre dos familias rivales que se enfrentan para ser la mejor en la producción de vino. Los actores son buenos (ya los hemos visto en mejores papeles) pero la historia es muy débil. El elenco fue como sigue:

Melchor – Álvaro Guerrero
Florencia – Iliana Fox
Gilberto- Erik Hayser
Rómulo – Alberto Guerra
Magdalena – Dolores Heredia 
Darío – Claudio Lafarga
Pascual – Fabián Corres
Alba – Vanesa Acosta
María Clara – Alejandra Lazcano

La abogada fue interpretada por Sylvia Sáenz (pero no recuerdo el nombre de su personaje). Tampoco pude encontrar el nombre de la actriz que interpreta a Sonia, la malvada de la historia, y nunca se explica por qué le dio la píldora abortiva a Alba ni sus repetidos intentos hasta que logra asesinar a Rosaura, la madre de los Coronel. Además, después de quedar paralítica por una caída desde un segundo piso, en cuanto sale de la casa de los Coronel, milagrosamente se alivia y puede caminar. El actor que interpreta al comandante Chavero me pareció excelente y, sin embargo, no se encuentra entre los principales. Darío, hermano de Florencia y drogadicto, es culpable de un accidente automovilístico que le causa la muerte a la chica que lo acompañaba. Melchor arregla todo para que no vaya a la cárcel y la telenovela concluye sin que vaya a la cárcel.

La historia es semejante a la española: dos familias, los Coronel y los Rivero, se enfrentan por el control de las viñas y la producción de vino en Guanajuato, cuyos paisajes son lo mejor de la telenovela.  La muchacha buena es Florencia Rivero (nombre significativo) y el malo es Gilberto Coronel, que estuvo a punto de morir por un tiro disparado por su padre. Al recuperarse, decide reparar todo el daño que ha hecho. Ambos están enamorados y deberán vencer muchísimos obstáculos. El súper malo es Melchor, padre de Gilberto, que manipula las vidas de todos y que, al final, tiene su merecido: no muere pero tiene un accidente vascular que lo deja inválido y deforme.

Hacia el final de la telenovela se crean otros personajes secundarios con el propósito de darle fuerza a la historia sin conseguirlo, aunque sí lograron agregarle unos capítulos. Al final, por supuesto, Florencia y Gilberto se casan con lo que el antagonismo entre las familias desaparece.


He seguido varias de las telenovelas de Azteca desde “Nada personal” y otras de ese estilo, pero esta vez, ¡qué decepción! Lo mejor, insisto, fueron los paisajes de Guanajuato, diurnos y nocturnos, así como de San Miguel de Allende. Un buen atractivo para turistas nacionales y extranjeros.   

Reflexión sobre Rosario Castellanos

RECORDANDO A ROSARIO CASTELLANOS

El 7 de agosto pasado se cumplieron 49 años del fallecimiento de Rosario Castellanos, la escritora mexicana más importante del siglo veinte en opinión de algunos especialistas de la literatura y con la que coincido plenamente. Considerada como una escritora chiapaneca porque sus padres eran originarios  de ese estado y porque una gran parte de su obra tiene que ver con ese lugar,  la realidad es que nació en la Ciudad de México porque sus padres que temían que el parto no fuera bien atendido en Comitán.  Pocos meses después, sin embargo, regresaron a Chiapas donde Rosario hizo sus primeros estudios.

Más tarde, ya  establecidos en la Ciudad de México, Rosario se inscribió en la carrera de letras en la Facultad de Filosofía y Letras, que entonces funcionaba en el  edificio conocido como Mascarones, sobre la avenida Ribera de San Cosme. Poco después se cambió a  Filosofía porque le parecía que la literatura (que cultivó toda su vida) no respondía las preguntas fundamentales de la existencia.  Recibió su título con la presentación de una tesis titulada  Sobre cultura femenina.  Poco después viajó  España donde estudió una maestría en Estética. A su regreso, se estableció en Chiapas con la firme intención de ayudar al desarrollo de los pueblos indígenas; con tal motivo, escribió pequeñas obras de teatro que eran traducidas a los idiomas indígenas y que se representaban. Era la mejor manera de que la gente entendiera el mensaje. Dedicó dos años de su vida a esta tarea, lo que le costó contraer tuberculosis por lo que tuvo que ser internada para su rehabilitación en un hospital de Tlalpan.

Ya en esos años había empezado a cultivar la poesía que nunca abandonaría a pesar de que su obra en prosa es mucho más abundante, sobre todo si tomamos en cuenta los artículos que semanalmente escribió para el periódico Excelsior, incluso cuando estuvo en Israel. De los poemas que dedicó a Chiapas veamos el siguiente:

AL ÁRBOL QUE HAY EN MEDIO DE LOS PUEBLOS
Por caminos de hormigas
Traje el pie del regreso
Hasta este corazón de alto follaje
Trémulo.

Ceiba que disemina
Mi raza entre los vientos,
Sombra en la que se amaron
Mis abuelos.
Bajo tus ramas deja
Que mi canto se acueste.
Padre de tantas voces
Protégeme.

Es cierto que sus dos novelas, Balún Canán y Oficio de tinieblas, así como dos de sus libros de cuentos, Ciudad Real y Los convidados de agosto ocurren en Chiapas y señala con precisión la discriminación hacia los indígenas a los que, además, les estaba prohibido hablar castilla, así como caminar por la banqueta (tenían que hacerlo por el arroyo), pero, desde mi punto de vista –y esto fue lo que me convenció para escribir mi tesis de licenciatura titulada La imagen de la mujer en la narrativa de Rosario Castellanos, publicada por la UNAM en 1980, en la colección Cuadernos del Centro de Estudios Literarios- su objetivo principal era resaltar la situación de inferioridad de la mujer. Fue este enfoque precisamente el que me ayudó a que mi trabajo fuera reconocido en México y fuera de nuestro país.

Después de su muerte, José Emilio Pacheco escribió al respecto: “Cuando se relean sus libros se verá que nadie en este país tuvo, en su momento, una conciencia tan clara de lo que significa la doble condición de mujer y de mexicana, ni hizo de esta conciencia la materia misma de su obra, la línea central de su trabajo. Naturalmente, no supimos leerla”. Al ser éste el tema central de mi tesis, fue calurosamente acogida tanto en Mexico como en el extranjero.

Por su parte, Carlos Monsiváis (gran amigo suyo)  escribió en los años sesenta aproximadamente “que Rosario Castellanos inicia la literatura de la mujer mexicana”. Y Pacheco concluye que gracias a ella “las mexicanas rencontraron su voz”.


 Por mi parte, yo agregaría que encontraron asimismo el valor de escribir como les plazca y perdieron el miedo a las palabras.