LA BENEMÉRITA Y
CENTENARIA ESCUELA NORMAL DE DURANGO
El año pasado el doctor en
historia Luis Carlos Quiñones publicó un hermoso libro, profusamente ilustrado
con fotografías de maestros y alumnos, además de pinturas realizadas tanto por
profesores como por alumnos, para festejar precisamente la tarea que ha
cumplido la Escuela Normal en Durango desde su fundación en 1916 y que, en sus
inicios, no fue bien recibida por muchas autoridades, y quizá tampoco por la población en general.
La educación de las niñas se
inició en nuestra ciudad con la fundación del Instituto de Niñas el 5 de
febrero de 1870 por iniciativa del Lic. Juan Hernández y Marín.
Sorprendentemente, las familias conservadoras se opusieron a la apertura del
Instituto porque temían que esa educación las perjudicaría y, probablemente,
porque les enseñaría a ser menos sumisas y más independientes. Las
inscripciones empezaron en 1873, con la profesora Carmen Molina, quien ese año
asumió la dirección de la escuela. Con una
mirada progresista, permitió la preparación de las jóvenes para ser preceptoras
de educación primaria, así como para las labores del hogar, incluyendo, además, materias sobre comercio y
telegrafía. El Instituto de Niñas fue
clausurado el 11 de diciembre de 1913.
Entre las profesoras que
laboraron en el Instituto de Niñas y que
después se incorporaron a sus tareas en la recién abierta Escuela Normal se
encuentran cuatro maestras que fueron sumamente estimadas por su entrega a su
trabajo y por su capacidad para la enseñanza. Se trata de Guadalupe Revilla, Vicenta
Saracho, Francisca Escárzaga y Elena Centeno que todavía son recordadas y que
dieron nombre a otras instituciones escolares.
Poetisa y pintora, Elena Centeno
nació en 1859 en la ciudad de Durango y falleció en esta misma ciudad en 1940, por
lo que favoreció la enseñanza de las artes. Guadalupe Revilla nació en la
ciudad de Durango en 1862 y falleció en 1946. Fue comisionada por el gobernador
Lic. Jesús Perea para encabezar el equipo que debía estudiar los planes y la
curricula del Instituto de Niñas. Francisca Escárzaga nació en 1866 y falleció
en 1925. Fue la primera subdirectora de la Escuela Normal del Estado. Se
distinguió por su filiación liberal, su admiración a Benito Juárez y a su ideario,
rechazando las políticas de Porfirio
Díaz, lo que le ocasionó que fuera excomulgada. Vicenta Saracho nació en Mapimí
en 1874 y falleció en Durango en 1890. Llegó a ser directora del Instituto de
Niñas.
Una vez abierta la Escuela Normal
del Estado y a pesar de las ideas de quienes eran partidarios de que fuera sólo
para mujeres y que los varones quedaran excluidos (aunque hay que admitir que
siempre han predominado las mujeres), empezaron las labores. A continuación
enumero las materias que fueron elegidas para el primer año. Por la mañana,
Lengua nacional, Antropología pedagógica, Aritmética, Dibujo, Gimnasia,
Geografía, Caligrafía y Trabajos Manuales. Por la tarde, Labores de manos,
Clase práctica y Solfeo y canto coral.
Según narra el Dr. Quiñones Hernández,
hubo unos días en que se pensó en suprimir la Escuela Normal; sin embargo, “La
profesora Escárzaga realizó toda una movilización social de las conciencias
para evitar que el decreto del gobernador De la Fuente surtiera efectos
inmediatos. Convocó a sus profesores a estudiar las causas que habían motivado
la iniciativa del ejecutivo, y dispuso todo su talento y pasión en la defensa
de la institución que significaba la parte más importante de su vida”.
Años más tarde se unieron a la
Escuela Normal del Estado mujeres que tenían otros estudios como la odontóloga
Obdulia Chavarría, que fue la primera dentista en Durango, y otras como las
poetas Olga Arias y María del Refugio Román que quizá enseñaron literatura
o escritura creativa, así como la escritora Beatriz Quiñones autora
de varios cuentos y de una novela corta. También colaboró con la Normal la
fotógrafa Lupita Valenzuela (como todos la conocíamos), egresada precisamente
de la Escuela Normal, aunque después abandonó su tarea como educadora para
dedicarse a la fotografía.
La Escuela Normal del Estado
abrió primero sus puertas en una gran casa ubicada en la Avenida 20 de
Noviembre (actualmente ocupada por el arzobispado). De ahí se mudó a una amplia
casa en la calle de Negrete y, posteriormente, al edificio construido
especialmente para la misma y que se ubica en un bello espacio frente al Parque
Guadiana.
Cuando se habla de la educación
de las mujeres, la primera en que quien pienso y que defendió con pasión y
energía su derecho a aprender fue la gran poeta, filósofa y escritora Sor Juana
Inés de la Cruz (1648-1695). De uno de sus sonetos tomamos la siguiente estrofa
para cerrar este texto:
En perseguirme, Mundo, ¿qué
interesas?
¿En qué te ofendo cuando sólo intento
Poner bellezas en mi entendimiento
Y no mi entendimiento en las bellezas?
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