domingo, 19 de febrero de 2017

Comentarios sobre la BYCENED según el libro de Luis Carlos "Quiñones.

LA BENEMÉRITA Y CENTENARIA ESCUELA NORMAL DE DURANGO

El año pasado el doctor en historia Luis Carlos Quiñones publicó un hermoso libro, profusamente ilustrado con fotografías de maestros y alumnos, además de pinturas realizadas tanto por profesores como por alumnos, para festejar precisamente la tarea que ha cumplido la Escuela Normal en Durango desde su fundación en 1916 y que, en sus inicios, no fue bien recibida por muchas autoridades, y quizá tampoco  por la población en general.

La educación de las niñas se inició en nuestra ciudad con la fundación del Instituto de Niñas el 5 de febrero de 1870 por iniciativa del Lic. Juan Hernández y Marín. Sorprendentemente, las familias conservadoras se opusieron a la apertura del Instituto porque temían que esa educación las perjudicaría y, probablemente, porque les enseñaría a ser menos sumisas y más independientes. Las inscripciones empezaron en 1873, con la profesora Carmen Molina, quien ese año asumió la dirección de la escuela.  Con una mirada progresista, permitió la preparación de las jóvenes para ser preceptoras de educación primaria, así como para las labores del hogar,  incluyendo, además, materias sobre comercio y telegrafía.  El Instituto de Niñas fue clausurado el 11 de diciembre de 1913.  

Entre las profesoras que laboraron en el Instituto de Niñas  y que después se incorporaron a sus tareas en la recién abierta Escuela Normal se encuentran cuatro maestras que fueron sumamente estimadas por su entrega a su trabajo y por su capacidad para la enseñanza.  Se trata de Guadalupe Revilla, Vicenta Saracho, Francisca Escárzaga y Elena Centeno que todavía son recordadas y que dieron nombre a otras instituciones escolares.

Poetisa y pintora, Elena Centeno nació en 1859 en la ciudad de Durango y falleció en esta misma ciudad en 1940, por lo que favoreció la enseñanza de las artes. Guadalupe Revilla nació en la ciudad de Durango en 1862 y falleció en 1946. Fue comisionada por el gobernador Lic. Jesús Perea para encabezar el equipo que debía estudiar los planes y la curricula del Instituto de Niñas.  Francisca Escárzaga nació en 1866 y falleció en 1925. Fue la primera subdirectora de la Escuela Normal del Estado. Se distinguió por su filiación liberal, su admiración a Benito Juárez y a su ideario, rechazando las políticas de  Porfirio Díaz, lo que le ocasionó que fuera excomulgada. Vicenta Saracho nació en Mapimí en 1874 y falleció en Durango en 1890. Llegó a ser directora del Instituto de Niñas.

Una vez abierta la Escuela Normal del Estado y a pesar de las ideas de quienes eran partidarios de que fuera sólo para mujeres y que los varones quedaran excluidos (aunque hay que admitir que siempre han predominado las mujeres), empezaron las labores. A continuación enumero las materias que fueron elegidas para el primer año. Por la mañana, Lengua nacional, Antropología pedagógica, Aritmética, Dibujo, Gimnasia, Geografía, Caligrafía y Trabajos Manuales. Por la tarde, Labores de manos, Clase práctica y Solfeo y canto coral.

Según narra el Dr. Quiñones Hernández, hubo unos días en que se pensó en suprimir la Escuela Normal; sin embargo, “La profesora Escárzaga realizó toda una movilización social de las conciencias para evitar que el decreto del gobernador De la Fuente surtiera efectos inmediatos. Convocó a sus profesores a estudiar las causas que habían motivado la iniciativa del ejecutivo, y dispuso todo su talento y pasión en la defensa de la institución que significaba la parte más importante de su vida”.

Años más tarde se unieron a la Escuela Normal del Estado mujeres que tenían otros estudios como la odontóloga Obdulia Chavarría, que fue la primera dentista en Durango, y otras como las poetas Olga Arias y María del Refugio Román que quizá enseñaron literatura o  escritura creativa,  así como la escritora Beatriz Quiñones autora de varios cuentos y de una novela corta. También colaboró con la Normal la fotógrafa Lupita Valenzuela (como todos la conocíamos), egresada precisamente de la Escuela Normal, aunque después abandonó su tarea como educadora para dedicarse a la fotografía.

La Escuela Normal del Estado abrió primero sus puertas en una gran casa ubicada en la Avenida 20 de Noviembre (actualmente ocupada por el arzobispado). De ahí se mudó a una amplia casa en la calle de Negrete y, posteriormente, al edificio construido especialmente para la misma y que se ubica en un bello espacio frente al Parque Guadiana.

Cuando se habla de la educación de las mujeres, la primera en que quien pienso y que defendió con pasión y energía su derecho a aprender fue la gran poeta, filósofa y escritora Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695). De uno de sus sonetos tomamos la siguiente estrofa para cerrar este texto:

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo cuando sólo intento
Poner bellezas en mi entendimiento
Y no mi entendimiento en las bellezas?




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