EPISTOLARIO SEMO.-51
Cape Girardeau, Mo., 27 de mayo fe 1958
Mi querida mamá:
Acabo de recibir tu carta con el
cheque que no podía haber llegado en momentos más oportunos, Tuve cantidad de
gastos que no esperaba como regalos para showers,
para Sonia, Lani, etc., pagas cuotas por vivir en el dormitorio y otras
cosillas, y estaba naturalmente sin un quinto, ya hasta me estaba animando a
pedirte aunque fuera un dólar. Gracias a Dios, que no fue necesario.
Ojalá que Papá Chuy ya esté
mejorcito y que se acabe de aliviar pronto. Dile a mi tía Luz que un millón de
gracias por el rollo de periódicos que me mandó; ahora en vacaciones voy a
leerlos de cabo a rabo. Ya le escribiré.
La piscina del colegio es nada
más para las clases de natación o para ocasiones especiales, así que no se
puede nadar cuando una quiere. Durante el otoño se podía nadar de 4:00 a 5:00
p.m. cada lunes, pero teníamos que pagar $0.15. Quién sabe si durante el verano
vaya a haber un día especial para nadar.
No te he platicado que me estoy
volviendo costurera. Me hice una falda plegada que quedó bastante bien, aunque
las costuras no están muy derechas que digamos. Ahora, en vacaciones, me voy a
hacer un vestido, con ayuda de una señora y de un patrón. Es muy sencillo,
falda plegada, escote en cuadro y mangas cortitas. Ojalá que resulte bien.
El otro día tomé unas fotos con
mi vestido chemise, guantes, sombrero
y toda la cosa. Se me olvidaba: también lentes.
Me he vuelto muy de anteojos para el sol, parte porque sin ellos no veo
y parte por ridiculez. Me dan personalidad y cierto toque misterioso. En estos
tiempos de gordura, el vestido chemise me viene a la perfección porque así nadie sabe, nadie supo. Lástima
que no lo puedo usar a diario. Hablando en serio, te voy a mandar la foto para
que veas cómo me queda a ver si se me ve un poco mejor que los de las señoras
del té del Blanco y Negro.
Mrs. Estes me dijo el otro día
que te estaba muy agradecida porque le escribiste. No sé si ya te habrá
contestado. Gracias por escribirle.
La fiesta en Memorial Hall salió
bastante bien, aunque no muy concurrida.
No tuvimos tiempo de jugar a nada porque la tarde se nos fue en canciones, speeches , y bailes.
El sábado les dimos la fiesta a
Sonia y a Lani, y las dos estaban muy sorprendidas. A Sonia le regalamos unos
aretes y un prendedor y a Lani unos shorts.
Yo fui la variedad y les bailé todo lo que se les antojó: cha cha cha,
jarabe, chiapanecas, charleston, jitter-bug,
bee-bop, tango, etc., para que le
digas a Mara que las clases no fueron en balde. Nos divertimos cantidad.
Hoy nos sorprendió Mrs. Blue con
un lunch a todo dar. Todas teníamos los ojos de plato, sin poderlo creer. Todas
pensamos lo mismo: por si a la noche no comemos, hay que aprovechar ahora. Ya
te imaginarás la comilona que hemos dado.
Miss Cleaver nos invitó a Sonia y
a mí a comer en su casa mañana, de despedida para Sonia.
Como las señoras de Jackson no me
esperaban sino hasta el jueves, Mrs. Estes me dijo que ella iba a ir a San Luis
ese día y que a ver si yo iba con ella. Ojalá.
El pasado fin de semana fue la
graduación de seniors y estuvo preciosa. Palabra que por graduarse
así vale la pena tener cuatro años de clases. Ojalá que algún día la tengamos
así en México. Fue en el auditorio, a las 4:00 p.m. La parte central de butacas
estaba reservada para los graduandos.
Toda la concurrencia estaba muy elegantemente vestida, con sombrero y demás. Entraron al compás de una
marcha de Elgar y salieron con una de Wagner. Venían de dos en dos, muy
correctos, vestidos con las togas negras y birrete; los que se graduaban con
honores tenían unos listones rojos colgando del hombro. Luego, entraron los
profesores también de toga y birrete, pero tenían, además, unas como capas de
distinto color que indicaban los diferentes departamentos; por ejemplo, azul
era Historia, amarillo era Inglés, etc. De veras emocionante, yo me identifiqué
con Janet Burke y hasta sentí como que me graduaba.
A propósito de Janet, no te
imaginas cómo la extrañamos su compañera de cuarto y yo. Me siento un poco
menos que perdida sin ella pero ya decidí que en junio me voy a pasar un fin de
semana a su casa.
Creo que mejor termino porque
tengo que estudiar o me reprueban.
Regresaré hasta el 8 de junio y
mi cuarto va a ser el número 70 porque me voy a cambiar. Tiene orientación noreste
y dos ventanas, así que no será tan caluroso en el verano.
¿Ya sabes que Javier se va a
México y regresa a fines de septiembre? ¿No es una tragedia?
Gaby va a tener un niño en estos
días. Ahora sí.
Recibe el cariño de tu hija.
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