¿QUÉ CULPA TIENE
FATMAGUL?
Así se titula la telenovela que
desde hace tres o cuatro meses se transmite por el Canal 7, de Televisión Azteca, en Durango, de las 9:00
a las 10:00 p.m. Les confieso, amigos lectores, que cuando empezó yo había decidido no verla
porque era muy temprano (generalmente, si hay buen tiempo, a esa hora, o riego
el jardín, o doy una caminata alrededor del parque del fraccionamiento). Sin
embargo, una noche me senté frente al televisor y me interesó mucho.
Es una novela turca y Turquía,
como ustedes saben, es el país que pertenece tanto a Europa como a Asia. Por
ejemplo, si alguien quiere ir por carretera a Francia o a Moscú, puede hacerlo
y no está obligado a volar. Los escenarios son espléndidos: Estambul, esa
ciudad que tanto deseé visitar, el Mar Negro, el estrecho del Bósforo que
separa la parte europea de la asiática y que tiene unos puentes formidables,
las playas y las torcidas callejuelas en el centro de la ciudad. Hasta ahora no
hemos visto ninguna mezquita.
Presentan una ciudad totalmente
occidentalizada: las mujeres ya no llevan el pelo cubierto, hay unas que se lo
han teñido de rubio, usan tacones altos y asisten a la escuela sin problema. Ya
sabemos que fue Mustafa Kemal Ataturk (Salónica, Grecia, 1881- Estambul 1938) quien reformó Turquía
transformándola en un estado moderno, democrático y laico; por ejemplo, se
preocupó por los derechos de las mujeres y porque las personas tuvieran un
apellido. A él se lo conoció como Ataturk, pero anteriormente a las personas se
las reconocía por su oficio o por su lugar de origen.
La historia inicia cuando unos
jóvenes ricos, Erdogan, Selim y Vural, acompañados de su amigo Kerim, regresan
de una parranda. En el campo ven a una bella joven que cuida a unos borregos y
se abalanzan sobre ella para violarla. Kerim no toma parte en la violación,
pero tampoco la impide. Después, para reparar el daño, contrae matrimonio con
Fatmagül para que tenga un lugar en la sociedad. De otra manera, nadie la
respetaría y sería considerada una prostituta. Por supuesto, no hay ninguna relación sexual entre ambos. Ebe Nine, a madre de Kerim, es quien
la encuentra en el campo después de la violación, la adopta como su hija, la
lleva al hospital y la protege. De esta manera, Fatmagül es una mujer honrada y
tiene una familia.
A pesar de las circunstancias
adversas, Fatmagül toma la decisión de presentar una denuncia contra sus
violadores. Cuando esto sucede, las
familias de Erdogan, Selim y Vural, encumbradas y ricas, deciden cambiar la
historia y sobornar a quien sea para
proteger su apellido y culpar a Fatmagül por lo sucedido. Mustafá, un modesto pescador
y antiguo novio de Fatmagul, que la
rechazó después de lo acontecido, no tiene reparo alguno en dejarse sobornar por los padres de Erdogan, Selim y Vural, con
la intención de aprovecharse de ellos y vivir como rico.
Por medio de Kadir, un inteligente, culto y desinteresado abogado porque Fatmagül carece de los recursos para contratar
los servicios de un licenciado se presenta la denuncia y se convoca al juicio,
en el que Fatmagül de alguna manera sale derrotada. Es interesante ver la forma en que se desarrollan estos juicios en
Turquía. Además, al ser encarcelados los
tres violadores, observamos cómo son las
celdas y el trato a los presos en la cárcel,
aunque quizá no ocurra así en la
realidad.
Los escenarios son espléndidos y
nos permiten asomarnos a las lujosas oficinas y casas de la alta burguesía. Los
muebles de oficina no son modernos, sino de un estilo oriental. Tapices y alfombras cubren los bien cuidados
pisos. Todos, ricos y pobres, beben té a cualquier hora; los cafés, casi
siempre repletos de hombres, tienen forma rectangular y las mesas, individuales
o para más personas, son también rectangulares.
La historia avanza con
lentitud porque así le conviene a la
televisora. Sigo deleitándome con los paisajes y observando la forma en que los
personajes reaccionan en Turquía. Hay hermosos jardines llenos de flores y Ebe
Nine, madre de Karim y protectora de Fatmagül, prepara medicinas y conservas
con muchas hierbas naturales.
Me gusta esta telenovela porque
no se ocupa del narcotráfico ni de la violencia que apreciamos en las historias
grabadas en Miami con actores de distintas nacionalidades. Se trata de un
relato que revela la corrupción de los ricos (como en cualquier país del mundo)
y de los recursos a su alcance para defenderse (veamos lo que ha ocurrido con
Moreira, el exgobernador de Coahuila que acaba de obtener su libertad en España
y a quien le devolvieron su pasaporte). Prevalece la indefensión de la mujer en
México y en cualquier otro país del mundo y cuántos obstáculos debe vencer para
probar su inocencia.
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