sábado, 30 de abril de 2016

EPISTOLARIO SEMO 22 FEB. 1958

                                               EPISTOLARIO SEMO No. 27

Cape Girardeau, Mo., 2 de febrero de 1958

Mi querida mamá:

La semana pasada no recibí ninguna carta tuya,  pero me imagino que es cosa del correo pues con las tormentas de nieve ha habido muchos trastornos en las carreteras, aviones y ferrocarriles. Ojalá que todos hayan estado bien como yo, a Dios gracias.

Fíjate que al venirme de casa de Mickey dejé olvidado mi sombrero y después me lo mandaron, pero como no lo había necesitado no había abierto la bolsa hasta hoy y cuál no sería mi sorpresa al encontrarme con una carta tuya, la última, que llegó después de haberme venido yo. No sabes el gusto que me dio leerla pues aunque muy retrasada es carta tuya.

Imagínate que estos últimos días ha estado nevando bastante fuerte; en San Luis la nieve subió hasta treinta o más centímetros y todo se paralizó. Las carreteras se cerraron, los vuelos se suspendieron,  escuelas, oficinas, comercios, etc. Todo se cerró pues no había quien pudiera salir de su casa. Aquí, en Cape, ha seguido nevando pero la nieve no ha subido mucho, si acaso seis o siete centímetros.

Ayer, por la mañana, cuando iba de visita a casa de Mrs. Bollack, se me olvidó por completo que cuando está nevado debe uno caminar con mucho cuidado, así que de pronto me resbalé y, allá voy, tan larga como soy, quedé tendida en la banqueta. Unos chiquillos, que estaban jugando allí cerca,  me vieron y se soltaron riendo, así que yo en lugar de enojarme también me reí.

Los viejos tales del seguro me escribieron diciéndome que no podían devolverme el dinero que yo había gastado porque ya estaba enferma desde antes de venirme. Me dio tanto coraje que les iba a poner una conferencia para decirles que eran unos estúpidos, pero me arrepentí y nomás les escribí una carta y los puse verdes como el perico. Si creen que me van a hacer tonta nomás porque sí, están muy equivocados y voy a pelear ese dinero hasta que me lo reembolsen pues no es justo. Si es necesario, le voy a pedir al doctor que me curó que les escriba diciéndoles que no es cierto que estaba enferma. Si piensan que porque soy extranjera van a hacer conmigo lo que les dé la gana, se van a llevar un gran chasco pues si no me devuelven mi dinero les voy a escribir a los directores del Instituto y les voy a decir qué clase de compañía  de seguros tienen, además de ponerlos pintos y moros. Cada vez que me acuerdo me da más rabia.

Ayer, en la noche, fui al cine a ver “Sayonara”, con Marlon Brando y una actriz japonesa muy linda. Está muy bonita y enternecedora.  Me gustó mucho. No sé si ya la exhibirían en Durango, pero, si no, no se la pierdan.

A principios del mes próximo tenemos cuatro días de vacaciones y nadie me ha invitado a pasarlos en su casa, así que creo que le voy a escribir a Rusty preguntándole si puedo ir a la suya.

Mamá, no dejes de escribirme. Saludos a todos, Un abrazo de 

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