EL SEÑOR DE LOS
CIELOS (3ª, parte)
Hace como dos mes que se
transmite por el Canal 10, de Televisa, en Durango, a la medianoche, la tercera
parte de esta serie cuyas dos primeras partes, a pesar de su gran violencia,
tuvieron mucho éxito. Creo que esta tercera no es tan buena ni tan interesante,
pero contiene algunos aspectos diferentes que vale la pena comentar.
Los protagonistas son, como en
las anteriores, Aurelio Casillas (Rafael Amaya), Leonor Ballesteros (Carmen
Villalobos), el Chema Venegas (Mauricio Ochman), Mónica Robles (Fernanda
Castillo), Rutila, (Carmen Aub) y el hijo de Chacorta, Víctor Casillas (Miguel
Melo) quien es obligado por Aurelio a unirse a su grupo cuando él aspiraba a
ser un ganadero en Sinaloa. Aparecen en
ese orden en el elenco y luego vienen los invitados especiales y algunos que también
participaron en el capítulo anterior,
por ejemplo, el Tijeras (el colombiano Tommy Vázquez). Desapareció Chacorta (Raúl
Méndez) que fue muerto y cuya cabeza es entregada en una caja a Aurelio, que
está en la cárcel, al inicio del primer
capítulo.
Ahora los capos están si no en
decadencia, sí pasando por un período difícil. Por ejemplo, Casillas logra
salir de la cárcel mediante un trato que hace con Tim Rawlins (que es muy
guapo, pero que no tiene tipo de norteamericano), representante de la CIA en
México. El Chema Venegas ofreció a unos árabes ayudarles a pasar uranio a los Estados Unidos, lo que facilitó que las
autoridades descubrieran la ubicación de todos sus túneles por lo que no puede
fácilmente ni conseguir merca (como
llaman a la cocaína) ni introducirla al país vecino. Aparece un capo muy distinguido, apodado don
Fello (Leonardo Daniel), que vive y controla Michoacán, pero que aparenta ser
un ranchero serio y que colabora para resolver los problemas del pueblo. La novedad ahora es que Aurelio desea dedicarse al lavado de dinero y encargar a su sobrino Víctor el negocio de la coca.
Las que sí tienen ahora un papel
predominante son las mujeres. Rutila ya no es una inquieta adolescente, sino
una mujer que, además, tuvo un hijo de su relación con el Chema Venegas. Mónica
Robles, quien en el capítulo anterior cuando estaba en Colombia junto con
Aurelio, queda embarazada, ya tiene ahora su bebé, pero no puede cuidarlo por
prudencia y lo deja en manos de la madre de Aurelio, doña Alba, (interpretada por Lisa Owen,
espléndida actriz que actualmente
aparece en el papel de la virreina Leonor de Mancera en la breve serie sobre la vida de
Sor Juana Inés de la Cruz que se transmite por el Canal Once), quien también se
encarga de cuidar al hijo de Rutila y a sus otros dos nietos.
Rutila les propone a Mónica y a
Julieta, una antigua amiga de los días de escuela en Sinaloa, participar en el
proyecto de fabricar drogas sintéticas sin invitar, por supuesto, a ningún
hombre, excepto al empleado que contratan para que las fabrique, lo que sí es una novedad en la historia pero que va acorde con el
papel que en los últimos años han desempeñado las mujeres en el mundo de las
drogas. Recordemos el gran éxito de La
reina del Sur, espléndidamente interpretada por Kate del Castillo, como
jefa de una organización en el sur de España y también su actuación como
Anastasia en una serie (para mi gusto, fallida, pero llena de violencia)
titulada Dueños del paraíso.
Otra novedad es que los
representantes de la DEA y de la CIA compiten entre sí para ver quién obtiene
la chamba de trabajar en México en colaboración con el nuevo presidente,
Mondragón, que tomará las riendas del país. También es importante señalar que
se muestra con toda claridad cómo un grupo de miembros de la Marina,
encabezados por uno que denominan Marcado, desertan y se unen a su jefe para
atacar a Casillas y al Chema Venegas y apropiarse del mercado de las drogas.
Aurelio está enfermo del corazón,
pero es seguro que sobrevivirá. Veremos cómo se desenvuelve el negocio de
Rutila y de Mónica y quizá surjan otros conflictos que se anuncian, pero que
todavía no estallan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario