domingo, 13 de marzo de 2016

Exposición de pintura en el Museo Pancho Villa

DA VINCI, RAFAEL Y CARAVAGGIO EN DURANGO

Durango se ha vestido de gala desde finales de enero con la exposición de estos tres grandes genios de la pintura renacentista italiana. Por supuesto, no crean que eran los cuadros originales. Estos permanecen a buen resguardo en los museos a los que pertenecen. Los  que apreciamos en esta exposición  son reproducciones iluminadas en la parte posterior con electricidad led y eso provoca la ilusión de que son originales.  Este invento de la modernidad permite que las personas que no puedan viajar a Italia disfruten de estas pinturas en nuestro país.  

Al entrar al segundo patio del Museo Francisco Villa (anteriormente el Palacio de Gobierno) nos da la bienvenida una enorme reproducción de la famosa Última cena, de Leonardo Da Vinci que nació en 1452 en Vinci, a las afueras de Florencia, y falleció en Francia en 1519. Se apellida Vinci  porque en ese tiempo a la gente se la reconocía por el lugar donde había nacido.  Fue pintada a petición del Prior de Santa María delle Grazie. Es una obra extraordinaria en la que se aprecia el cuidado con que el autor  pintó los pies de los apóstoles: fuertes, toscos y calzados con sandalias de cuero, como les  correspondía porque eran gente de campo.

En otra sala se aprecia la famosísima Gioconda, popularmente conocida como la Mona Lisa. A propósito, ¿recuerdan la interpretación de Nat King Cole de una melodía titulada así? Entre los años 1500 a 1516 se establece en Florencia donde pinta esta obra, además de otro famoso cuadro, La batalla de Angiari. Tiempo después, emigra a Francia por invitación del rey Francisco I que le ofrece una casa a orillas del río Loire. Le obsequia entonces La Gioconda y esa es la razón por la cual hoy pertenece al  Museo del Louvre.

La obra de Rafael Sanzio (1483-1520) se ubica en el período llamado el Alto Renacimiento.  Su primer encargo fue la decoración de las Estancias Vaticanas. Contó con el apoyo incondicional del papa Julio II por lo que se dedicó principalmente a la pintura religiosa. No tomé nota de las obras expuestas en el Museo, pero mencionaré varias que son importantes: Las gracias (1504), La Virgen de la silla (que sí se puede admirar en la exposición),  la Virgen del jilguero,  Los desposorios de la Virgen y La adoración de los magos.

 Entre 1512 y 1514 trabajó en una pintura espléndida: La escuela de Atenas, que también puede apreciarse  en la exposición. En esta obra observamos,  además, el interés de Rafael por la arquitectura,  evidente también en el trasfondo incluso de algunos cuadros religiosos.  Destaca en estas pinturas el manejo de la luz porque resaltan los colores, especialmente el rojo y el azul. Se considera que junto con Da Vinci y Miguel Ángel forma el trío de los grandes maestros del período.
Considerado por algunos críticos como el primer exponente de la pintura del barroco y, por otros que señalan que en sus pinturas anuncia el naturalismo, Michelangelo Merici da Caravaggio nació en Milán en 1571 y murió en Porto École, en 1610.

Entre las obras que disfrutamos en el museo y que para mí eran desconocidas podemos mencionar  Bacco enfermo, ejecutada en 1592; el original pertenece a la Galería de los Uffizi, en Florencia. También destaca la Cabeza de Medusa, pintada en 1597, donde da muestra del realismo que anima a muchas de sus obras.  Destaca, asimismo, Apolo tocando el laúd, fechada en 1596. En el cuadro donde muestra a la Virgen que ha fallecido se aprecia el naturalismo mencionado por los críticos porque una mirada atenta descubre que los pechos de la Virgen se ven con toda claridad.

Esta tendencia de Caravaggio molestó  mucho a algunos de sus patrocinadores que, además, le criticaban que en lugar de escoger sus modelos entre personas de la clase alta se inclinaba por muchachos de la calle, prostitutas y personas de la clase baja. En mi opinión, esa afición de Caravaggio para seleccionar sus modelos logra que sus pinturas sean más interesantes y que quien las observa aprecie otros rasgos. También hay que destacar su manejo de la luz. En las obras de Da Vinci se observa una mayor obscuridad, Rafael da a sus obras más luz y Caravaggio las ilumina con gran libertad. 

El gran  Da Vinci no sólo pintaba sino que tenía otras inquietudes. Famoso es, por ejemplo, el dibujo El hombre del Vitruvio, acompañado por notas anatómicas de su autor.  Era también aficionado a la cocina y se cree que fue el inventor del espagheti,  así como del tenedor y la cuchara. También le inquietaba el vuelo de los pájaros y soñaba con la aviación, inquietud que anima a un personaje de la novela Memorial del convento, de José Saramago, que decide construir un avión y que lo lleva a la muerte cuando es descubierto por la Inquisición. 

Por su parte, Rafael y Caravaggio, también grandes figuras del Renacimiento, aportaron otros elementos para el arte. Por ejemplo, Rafael deja para la posteridad  su interés por la arquitectura. Caravaggio merece destacarse por su deseo de utilizar modelos de la clase baja y, en mi opinión, por un espléndido manejo de la luz. 

  

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