miércoles, 28 de mayo de 2014

FESTEJOS POR LOS SESENTA AÑOS DEL CINE EN DURANGO

Durante el Festival Universitario de la Universidad Juárez del Estado de Durango, celebrado durante el mes de marzo, se exhibió la película “La Virgen que forjó una patria”, dirigida por Julio Bracho y con las actuaciones, en los roles protagónicos,  de Ramón Novarro (éste es el único filme que hizo en México y  con su voz en español) y  la bellísima Gloria Marín  (con razón María Félix estaba celosa de ella).  Antes de la proyección, di una breve charla comentando algunos datos biográficos de Novarro y de su carrera en Hollywood, así como sobre su trágica muerte. Además, se proyectaron unos sencillos videos con distintas fotografías del actor. Fue muy valiosa esta actividad porque se trató de un rescate del famoso actor de Ben Hur y de tantas otras películas que después cayó en el olvido.  Vale también la pena señalar que el conocido director  Julio Bracho era originario de Durango y, además, primo hermano de Ramón Novarro.

Durante el mes de abril se lanzó la convocatoria para el concurso de pintura Durango Madonnari, con el tema “Sesenta años del cine filmado en Durango”, con   escenas de las películas realizadas en nuestro estado  o imágenes de actores y actrices destacados. Esta propuesta una gran noticia porque en  años anteriores el tema casi siempre había sido sobre  motivos religiosos.  Quienes participan, como saben los lectores, deben pintar en el suelo, con gises, y en muy breve tiempo una pintura con el tema indicado, lo cual implica estar de rodillas durante     muchas horas.  En concursos  pasados, las pinturas se hicieron en el suelo de Las Alamedas, lo cual las volvía  perecederas  porque el viento y  las pisadas de las personas terminaban con un bello trabajo en dos o tres días. En esta ocasión las pinturas se elaboraron sobre triplay, lo que permite su conservación y su exhibición en otros sitios de la ciudad.

El ganador del primer premio (quince mil pesos y el boleto para viajar a Nocera Superiore, Italia, para  participar en el concurso en ese lugar) fue Irwin Sandoval Cuevas, que elaboró una pintura con el tema de la película Cabeza de Vaca (1991), de Nicolás Echeverría, que aborda el naufragio de Alvar Núñez Cabeza de Vaca ocurrido cerca de las costas de Florida  y, quien, caminando,  junto con algunos de sus compañeros, llegó hasta el occidente de la entonces Nueva España.  

El segundo premio lo obtuvo Emmanuel Cuevas Martínez con una escena del  filme Chisum (1970), dirigida por Andrew V. McLaglen,   y protagonizada por John Wayne, Bruce Cabot y Forrest Tucker, entre otros.  La película se distribuyó comercialmente con el nombre Chisum, rey del oeste. Algunos periódicos publicaron que no fue una escena de la película, sino el retrato de John Wayne, tan apreciado en Durango por su buen carácter y bonhomía. Junto con sus otras tres películas  Los hijos de Katie Elder (1965), Los invencibles (1969) y Cahill (1973), distribuida como De su propia sangre, le han valido un lugar especial entre los actores que han filmado en nuestro estado y es recordado con gusto por los duranguenses.  

En junio empezarán los festejos formales, con un festival de cine mexicano, lo que nos dará la oportunidad –espero- de ver la película César Chávez, dirigida por Diego Luna, que estuvo en cartelera sólo una semana en el horario casi de la medianoche para disuadir de asistir a cualquiera interesado en verla. 

Además, se está filmando actualmente una serie titulada Texas Rising, dirigida por  José Ludlow, aprovechando los maravillosos atardeceres que nos ha regalado la naturaleza y los intensos rayos del sol que permiten largas horas de filmación. Me acabo de enterar que la historia de la serie tiene que ver con la lucha por la independencia de Texas, en el siglo diecinueve, cuando todavía formaba parte de los recién nacidos Estados Unidos Mexicanos.

Algunas personas han protestado por el tema y que se utilicen nuestros paisajes, tan semejantes a los texanos, para esta serie, Desde otro punto de vista, significa un buen ingreso para el estado y la creación de muchos empleos, aunque sea temporales.  Entonces, cabe recordar a Johanna Lozoya, quien en su libro  Ciudades sitiadas  (2010)  escribe que “América Latina tiene una imagen victimista de sí misma” (p. 14)  y que nos consideramos víctimas en lugar de “nos hemos inventado víctimas” (p. 15)


¿Será verdad? 

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