DÍA DE MUERTOS

Aquí, en la Plaza de Armas,
frente a la Catedral, la agencia Funerales Hernández montó un bello altar dedicado a cuatro mujeres
pintoras: Frida Kahlo, Remedios Varo, Leonora Carrington e Irene Arias, cuyo
fallecimiento, en Durango, fue en abril de este año. La exposición estaba muy
colorida porque se combinó el
cempasúchil con flores de otros colores. Además, había reproducciones de
algunos cuadros de las pintoras
homenajeadas.
Frida Kahlo, a quien seguramente
muchos de ustedes habrán oído nombrar, fue esposa del gran pintor mexicano
Diego Rivera que introdujo en sus murales y pinturas a la población indígena
que hasta ese momento apenas si había sido considerada por los pintores
anteriores. Frida nació en la Ciudad de México en 1907. Siendo muy joven,
abordó un autobús urbano para dirigirse a un sitio que quedaba lejos de su
casa. Desgraciadamente, hubo un accidente automovilístico y Frida sufrió una
herida profunda con una varilla que le atravesó la columna vertebral y que,
andando el tiempo, le impediría convertirse en madre. Todo eso y muchos
otros temas fueron motivo de sus pinturas que han recorrido el mundo.
Murió en 1954 y su casa en
Coyoacán se ha convertido en un museo atractivo para el turismo y para conocer
sus gustos. Quizá también resulte
oportuno para ustedes, amigos lectores, saber que Frida y Diego brindaron asilo a León Trotsky y a su esposa Natalia cuando fueron
expulsados de la Unión Soviética.
La gran pintora surrealista
Remedios Varo es otra de las homenajeadas. Nació en Anglés, España, en 1913 y emigró a México durante la guerra
civil española. Se nacionalizó mexicana y se volvió famosa precisamente por su
adhesión a la corriente del surrealismo. Falleció en 1913.
Leonora Carrington, nacida en
Inglaterra en 1917, tuvo una vida agitada y azarosa hasta su llegada a México.
Emigró a Francia y estuvo a punto de ser aprehendida por los nazis. Se refugió
en la embajada mexicana y gracias al apoyo de Renato Leduc, escritor y en ese
momento cónsul en Francia, logró salir de ese país y viajar a México. Contrajo
matrimonio con Leduc, pero en 1942 se divorciaron. Leonora siguió también la
corriente surrealista y sus cuadros son hoy día muy apreciados. Se casó con el
polaco Emerico Weisz con el que tuvo dos hijos. Falleció en la Ciudad de México
en 2011.
Irene Arias nació en Mazatlán,
Sinaloa en 1936 y murió en la ciudad de Durango en abril de 2017 cuando
faltaban cuatro días para su cumpleaños. Vivió mucho tiempo en la ciudad de
México donde trabajó para una empresa de viajes, lo que le permitió viajar por
el mundo. A la muerte de su madre en la Ciudad de México, decidió mudarse a
Durango, donde había vivido durante su adolescencia, y donde residía su hermana
Olga, distinguida escritora. Sus cuadros se identifican con la corriente del
expresionismo abstracto. Gozó de mucho aprecio en Durango y es considerada una
de las mejores pintoras de la localidad.
Hace dos años la empresa
Funerales Hernández, que patrocina este altar de muertos, rindió homenaje a la
gran actriz de teatro y cine Dolores del Río, que nació en esta ciudad.
Considero que es un gran acierto de que la empresa dedique sus esfuerzos a
recordar a hombres y mujeres durangueños que se han distinguido en su vida por
su entrega al arte.
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