domingo, 20 de agosto de 2017

Palabras usuales en el español mexicano y de origen náhuatl.

VOCABLOS DEL ESPAÑOL MEXICANO ACTUAL DE ORIGEN NÁHUATL

Amigos lectores, comento hoy con ustedes estas palabras usadas comúnmente en el español de México con algunas excepciones; por ejemplo, el vocablo azquel es de uso común en Durango y en varios estados del norte de la república, pero es desconocido en la Ciudad de México y en algunos otros lugares del centro y sur del país donde utilizan la palabra hormiga. Estos vocablos los he tomado del libro Nahuatlismos en el  habla de la Laguna, de Francisco Emilio de los Ríos. La región lagunera, como ya lo he comentado en otros textos, está formada hacia el noreste del estado de Durango por las ciudades Gómez Palacio y Lerdo y por Torreón, que pertenece al estado de Coahuila.

ACHICOPALADO. Señala el autor que no es un nahuatlismo puro, aunque sí un mexicanismo de uso común. Se utiliza para decir abatido, triste, afligido.

ACHICHINCLE. Deriva del vocablo atl, agua, y chichinque, el que chupa. Se usaba de distintas maneras en el pasado, pero actualmente se emplea para referirse a una persona de rango inferior que acompaña a otra de rango superior. Es muy común su uso en la política para referirse a los cuatro o cinco hombres que acompañan al político importante, a los que a veces se les llama guaruras.

AZQUEL. Se refiere a una hormiguita color café y vientre blanquecino que inunda literalmente las cocinas y las despensas en la primavera cuando hace mucho calor y todavía no llueve. Es literalmente una plaga difícil de combatir y muy molesta. Su origen es el vocablo azcatl, hormiga.

CHACUALEAR. Su origen es el verbo náhuatl chachacuatza. Significa golpear el lodo o el agua estancada con los pies. Su uso era muy común en el pasado porque había muchos pueblos o calles que no estaban pavimentadas y los muchachos se divertían metiendo los pies en el lodo y salpicando a quien pasara.

CHAHUISTLE. Proviene de chiáhuitl, humor o humedad, y quiáhuitl, lluvia, porque se suponía que era el parásito que atacaba las hojas de algunos cereales como maíz, trigo, cebada y otros. Actualmente es común oír “ya le cayó el chahuistle” con el significado que alguien tuvo mala suerte, que está abrumado por la adversidad o que llegó un grupo de personas no invitadas a una fiesta o a una comida, los comúnmente llamados gorrones.

CHÍPIL. Procede del náhuatl tzípitl, que significaba criatura enferma  o desganada. Actualmente se usa para referirse a los niños o niñas  de corta edad que son caprichudos o muy consentidos.

NO ES COSA DE ENCHÍLAME LA OTRA.  Es una expresión muy usual que significa que lo que se tiene que hacer no es cosa fácil; es decir, no es tan fácil como enchilar una tortilla o un taco.

HUAPANGO. Del náhuatl huapulli, tabla o duela de madera, y pantli, hilera y la partícula co. Significa tarima o piso de madera en una casa donde se baila taconeando fuerte,muy popular en la costa de Veracruz. En cuanto a composiciones musicales, el más famoso es el Huapango, del compositor jalisciense José Pablo Moncayo y que se toca con frecuencia en los días patrios.  

HUARACHE. En el Diccionario de la Real Academia aparece como guarache. Significa sandalia que es la palabra usual en estos días. Pero hay huaraches de cuero y en hombres muy pobres de llanta, es decir, con un trozo de una llanta de automóvil se puede fabricar un huarache.  Existe una canción muy popular compuesta por Ferrusquilla llamada precisamente así: huarache de llanta.

METATE. Proviene de la lengua náhuatl y significa piedra negra que se sostiene en tres patas para que la parte delantera quede inclinada. Anteriormente existía en todas las casas (hasta la aparición de la licuadora) y servía para moler el maíz, pero en algunas casas, por ejemplo, la de mi abuela, había un metate que sólo se usaba para moler la almendra o la nuez para fabricar los dulces navideños. Les confieso, amigos lectores, que cuando dejé abandonado el metate de mi mamá en el departamento en la Ciudad de México cuando nos mudamos a Durango porque literalmente ya no había espacio para él en el camión de la mudanza, me sentí culpable. Era casi el equivalente de abandonar a un miembro de la familia. 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario