35.-EPISTOLARIO SEMO
Cape Girardeau, Mo., 11 de marzo de 1958
Muy querida mamá:
Hoy acabo de recibir tu otra
carta y aunque no tengo nada especial que platicarte, me pongo a escribirte.
Qué bueno que estás tomando
francés con la señora Meche porque tú siempre habías querido estudiarlo y no
habías tenido oportunidad. Ojalá que sí puedas continuar con la clase y que
Dios te dé dinero para pagarla.
Hoy, en la mañana, me inscribí de
nuevo para este trimestre. Mis clases van a ser American History, Taquigrafía,
American Short Stories y Francés. Parece que no va a estar tan difícil como el
anterior porque ya me acostumbré a la taquigrafía y a traducir del francés al
inglés. En fin, con la ayuda de Dios espero salir adelante.
Fíjate que a la hora de arreglar
mi horario, cuando estaba con Miss Cleaver, mi profesor de inglés del trimestre
pasado, Mr. Briggs, se acercó a saludarme y le dijo a Miss Cleaver que estaba
muy contento conmigo y que los temas que yo había escrito en clase se contaban
entre los mejores que él había calificado. Miss Cleaver se sintió muy orgullosa
de mí porque él se acercó a decirle eso y, aparte, porque muchos otros
profesores lo oyeron. A mí me dio tanto gusto que casi brinqué porque me
encanta Mr. Briggs. Tiene una sonrisa cautivadora y una manera de hablar formidable. Pronuncia
muy claro y cada palabra que él dice adquiere un sonido distinto que cuando
alguien, que no es él, la pronuncia. Esa clase me tenía hipnotizada poco más o
menos. Es un individuo entre los 30 y los 40 años, pelo negro, mediana estatura
y más bien moreno. No es guapo, pero muy atractivo.
Otra muchacha que vive aquí en el
dormitorio está igual de chiflada por él que yo, así entablamos una reñida
lucha para contestar todas sus preguntas y ver quién sacaba mejor calificación,
pero las dos sacamos A, la más alta. Cada noche nos juntábamos en mi cuarto y
discutíamos si ese día tenía puestos los calcetines verdes con rayas blancas o
los cafés. En fin, sí es cierto que me cautiva, pero al fin y al cabo está
casado.
Miss Cleaver me dijo que hoy
había recibido una carta tuya.
Dentro de un rato tengo que ir a
dar un speech y a la noche, otro. Mañana voy
a Carruthersville, queda a 80 millas de aquí, y como la señora que me va
a esperar no me cae bien, estoy segura de que no me voy a divertir.
Mrs. Estes me invitó a pasar las
vacaciones de Pascua en su casa en caso de que Rusty no pueda recibirme en la
suya. Como ella también tiene una casa formidable y es muy amable estoy segura
de que la pasaría muy a gusto.
Para no tener nada que platicar,
ésta ya resultó bastante larga. Saludos y recibe todo el cariño de tu hija
P.S. Ayer nevó otra vez en San
Luis.
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