EPISTOLARIO SEMO 5
Cape Girardeau, 30 de septiembre de 1957
Mi querida mamá:
El dinero ya lo puse en el banco
desde el primer sábado que pasé aquí, así que no tienes que preocuparte por
eso. Respecto al recorte de periódico,
no lo necesito porque tengo otro, nada más si sale algo de mí en el periódico
de Durango, sí me gustaría tenerlo.
Este fin de semana fui a San Luis
con Mickey McIlvaney, una de las chicas del dormitorio que me invitó a ir a su
casa, Fuimos en un carro con un muchacho y tres muchachas más porque así nos
sale más barato. Su familia es de clase meia y su casa está muy mal arreglada,
pero fueron muy amables y me pasearon mucho.
San Luis es una ciudad bastante
grande y sucia, la mayoría de los edificios son de arquitectura francesa clásica y se ven muy sucios pues el hollín y el humo de
las fábricas se ha pegado a la cantera de las paredes y tienen un color negro.
También hay edificios modernos muy bonitos. Los puentes sobre el Mississippi
son muy grandes e imponentes, así que me pongo a pensar cómo son los de Nueva
York. Vi también algunos de los barcos “show boats”, pero ya no hacen el
recorrido a lo largo del río sino que están anclados. Hay muchos museos,
colegios, universidades, etc. Todos muy bonitos.
También fui a un parque precioso
y muy grande con un zoológico formidable, creo que de los mejores de América.
Tiene una variedad fantástica de animales muy limpios y bien alimentados; yo
creo que todos los que existen en el mundo. Donde yo pasé más tiempo fue con las
serpientes y los cocodrilos; estos últimos están en estanques alambrados así
que los ves muy cerca y son impresionantes; las serpientes están en casas de
vidrio con árboles, una para cada una, y
también se ven muy bien. Tienen desde la boa más grande y fuerte hasta la cobra
de la India, pasando por serpientes de cascabel, anacondas, etc. El domingo fui
a la Catedral antigua; fue construida por los españoles y es del mismo estilo
de las que hay en México con la diferencia de que aquí predomina el mármol y
allá la cantera labrada. De cualquier forma, prefiero la de México.
También fuimos de compras. Hay
cuatro tiendas gigantes con todo lo que uno quiera, pero ésas son las de lujo,
así que fuimos a otras. Es una ciudad en pequeño con todas las tiendas y un estacionamiento
muy grande. Allí puede un comprar todo lo que quiera a precios muy baratos; me
compré dos faldas de lana preciosas y un suéter, así que estoy quebrada por
este mes. Había unos abrigos preciosos a $30.00 ó 40.00 dólares, así que no son
muy caros. Imagínate que en casa de Mickey les hice arroz y les encantó. No
creas que me quedó muy bueno porque le puse demasiada agua, pero como ellos no
saben, se lo comieron y les supo muy bueno.
Estoy yendo a la clase de español
de Miss Cleaver a platicar con los alumnos y corregirles la pronunciación. Son
muy simpáticos; me preguntaron que si me gustaría que me hicieran una cena de
enchiladas y tacos para sentirme como en México. Yo les platiqué mi aventura
con los tamales, por lo que creo que van a hacer una cena típica americana.
Te incluyo una carta para mi tía
Luz porque me ahorro un timbre. Me da mucha tristeza saber que todo sigue
igual. Yo creí que ya la cosa podría haber mejorado un poquito; yo no dejo de
pedir a Dios que nos ayude y espero que
así será. Aquí sólo voy a la Iglesia los domingos pues queda muy lejos y
en las tardes, que es cuando podría ir un rato, obscurece a las seis y me da
miedo ir sola, así que mejor me quedo aquí.
No creas que he dejado de
extrañar pues siempre se me hace muy difícil, pero he tratado de sobrellevarme
un poco y aguantar el año con la mejor disposición.
Saludos para todos y tú recibe
todo el cariño de tu hija que no los olvida.
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