LA FIESTA DEL CHIVO
Tal es el nombre correcto de esta
magnífica novela de Mario Vargas Llosa que se publicó en el año 2000. Ahora, en el Canal 12
(televisión abierta) de Durango se transmite de lunes a viernes una serie
titulada El Chivo que seguramente ya
pasó por los canales de paga. Advierten que se trata de una adaptación libre
–yo diría que muy libre- de la novela mencionada. El título es el apodo con el
cual la gente se refería al dictador Rafael Leonidas Trujillo, cuya dictadura
en la República Dominicana duró, según unos historiadores, cuarenta y tres años y, según otros, treinta y
uno. Durante esos largos años se piensa que murieron 50,000 personas víctimas
de la tortura por oponerse a la dictadura y participar en la organización de
atentados que fracasaron continuamente, ya sea porque cambiaba la ruta por
donde pasaría el automóvil de Trujillo, o porque alguien delataba el plan. En
la serie, el actor mexicano Julio Bracho encarna a Trujillo y cumple bien con
su cometido.
La novela de Vargas Llosa empieza
de un modo diferente. Urania Cabral, una dominicana exiliada en Nueva York,
regresa a su país en 1961 después de veinte años de ausencia y cuando dejó de
ser una dictadura. Se aloja en un hotel. Todavía viven su padre y unas amigas,
pero ella prefiere caminar por el centro y no saludar a nadie. Después se aleja
más de ese rumbo, hasta que va a dar a la casa de sus amigas. Ellas le
preguntan por qué no ha querido saludar a su papá y entonces la novela vuelve
al pasado.
Para humillar a sus generales,
particularmente a quienes lo habían decepcionado, Trujillo tenía la costumbre tener relaciones
sexuales con las esposas de estos generales obligándolas a ello porque de otro
modo mataría a sus hijos o a su marido. Además, después de lo sucedido,
Trujillo le decía en voz alta al general ofendido, rodeado de otros generales,
que había sido una experiencia maravillosa hacer el amor con su esposa. Sin que
se afirme en la novela, la madre de Urania había fallecido rápidamente cuando
ella todavía era una niña y todo hace
suponer que se debió a la humillación a la que la sometió Trujillo con el
consentimiento de su marido que no la defendió.
Un buen día, Trujillo decide
experimentar con adolescentes de un colegio de monjas entre las cuales se
encuentra Urania. El padre se opone e insiste con Trujillo para que desista,
pero éste lo amenaza y, entonces, cede. Envía a Urania a la residencia de que
disponía Trujillo para sus aventuras amorosas diciéndole que va a haber una
fiesta. Una vez en el lugar, Trujillo no puede consumar el acto sexual y esto
beneficia a Urania que escapa y se refugia en el colegio de monjas. Éstas la
protegen, le consiguen un pasaporte y la envían a los Estados Unidos. Es
precisamente este hecho lo que aleja a
Urania de su padre y de su país y es la causa por la cual no quiere verlo. Finalmente, lo visita.
Ésta es la historia que sirve como eje a la narración, pero
también hay varios capítulos dedicados a describir cómo se planeaban los atentados y como fallaban. Finalmente, sí logran herir a Trujillo, pero en
ese momento los Estados Unidos de América intervienen y el dictador tiene que
dejar la isla. No sé dice donde murió y dónde está enterrado, pero habría que
leer una biografía de Trujillo para tener esa información.
En la serie se ha dado bastante
espacio a las escenas de tortura dirigidas por Johnny Abes García, un hombre
sádico que había participado en Alemania en la tortura a los judíos y que
existió en realidad. Lo ayudaba en estos oficios el general Agustín Cerebrito
Cabral y otros oficiales que no estaban de acuerdo pero que no tenían otra
opción.
Las actrices son muy bellas, pero
no quedan claros los nombres. La canción de entrada es muy buena y ad hoc para
las escenas. Dice asi: “Anda con cuidado, porque la fiesta del chivo ha
empezado”. Y ya hemos presenciado la humillación a la que sometía a mujeres y
hombres por igual.
Hay algunas escenas que no tienen
nada que ver con la novela; por ejemplo, cuando Trujillo llama a Batista, el
dictador de Cuba, y le advierte del
peligro que representa Fidel Castro y su grupo tanto para la propia Cuba como
para la República Dominicana.
La novela, como ya dije, es
formidable, si bien algunos capítulos le erizan la piel al lector al enterarse
de las torturas y del sigilo con que vivieron tantos dominicanos durante tantos
años. Supongo que la serie terminará con
la caída de Trujillo quien, por cierto, profesaba un amor ciego a su madre,
pero antes veremos muchas escenas de tortura y de planes para los atentados,
así como el precio que algunos pagaron al ser descubiertos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario