SEMBRAR SIN DESCANSO.
GRANDE ES LA COSECHA
LA GALLINA AZUL
Tras el ataque a Pearl Harbor en
1942 por la Marina Imperial Japonesa, las familias originarias de Japón que
habían emigrado a los Estados Unidos o a América Latina, aun cuando hubieran
llegado muchos años atrás, se vieron en
serias dificultades. Las autoridades estadounidenses pensaban que era muy posible
que se unieran a su país de origen por lo que se convertirían en un serio
peligro para la seguridad nacional. Por tal motivo, convencieron a las demás naciones
a seguir su política de concentrarlas, especialmente a las que habitaban cerca
de la costa del Océano Pacífico, en campamentos especiales donde estarían
vigiladas día y noche.
Con los alemanes, aun cuando hubieran
transcurrido muchos años desde su llegada a México, ocurrió lo mismo. Conocí a un marinero de un barco comercial
alemán que atracó en Veracruz cuya
tripulación fue llevada a un campo de concentración en Perote, en ese estado. Allí permanecieron hasta el fin de la guerra.
August Stammer vino a dar a Durango (y fue mi primer profesor de alemán) porque
algunas familias durangueñas se condolieron de la suerte de los prisioneros y
les enviaron ropa y alimentos. Al quedar en libertad, Stammer vino a agradecer
a su benefactora y terminó casándose con ella.
La novela La gallina azul (2015), de Cecilia Reyes Estrada, narra la conmovedora historia
de la familia Yamada que vivió
una suerte semejante y cuyo hijo, Haruki
(que después cambia su nombre por el de André) con un espíritu y una fortaleza extraordinarios
supera todas las dificultades y carencias hasta llegar a convertirse en un brillante médico especializado en oncología
infantil.
La historia de la familia Yamada en nuestro país principia a comienzos del
siglo veinte cuando Zenzo Yamada y dos
de sus hermanos aceptan un contrato para trabajar en México en una empresa
cafetalera ya que al terminarse la
guerra ruso-japonesa los empleos en su país eran escasos. Una vez en territorio
mexicano, y dadas las condiciones de
explotación en las fincas cafetaleras, los hermanos deciden emprender el viaje
hacia el norte, pero antes los alcanza
la Revolución. Al pacificarse el país, Zenzo
recorre varios lugares antes de establecerse en Ures, en el estado de
Sonora. Ahí se gana la vida vendiendo raspados de hielo de diferentes sabores.
Poco después decide contraer matrimonio y busca, mediante el envío de su mejor
foto, a una novia japonesa, la bella Fumie, que acepta abandonar su país,
casarse sin conocer al novio y viajar al
extranjero en busca de su destino.
En 1942, la familia Yamada recibe
la noticia de que debe abandonar todo lo
que posee en Ures y abordar el tren que los llevará a la Ciudad de México donde
vivirán en una vecindad, en el pueblo de Tlalpan, junto con las demás familias japonesas con las que compartirán el espacio al que bautizan
como Hachi-Ken-Nagaya. Cuando se firma la paz, reciben la noticia de que son
libres para volver a Ures. El padre emprende el viaje y regresa con el dolor de
que todo lo que poseían ha sido destruido. Por tanto, deciden permanecer en la
Ciudad de México. André asiste a la escuela pública, pero también a
la japonesa organizada por los
habitantes de la vecindad. Después de vivir
su juventud llena de aventuras, la
experiencia que le brinda ser asistente de un dentista lo decide a estudiar
medicina
.
El título, La gallina azul, que aparentemente no se relaciona con la anécdota, es un engaño para el lector. Cuando los Yamada criaban gallinas en Ures,
nació una azul que André adopta como mascota y a la que fabrica un carrito de madera para sacarla a pasear.
Al principio, la gallina se rebela, pero cuando André la acomoda como si fuera
a poner un huevo, deja de protestar. Muchos años después, André
se convierte en una especie de gallina azul dentro de la comunidad en la que
vive en Tlalpan.
Narrada en tercera persona sin
estar dividida en capítulos me hace pensar en que se trata de una biografía novelada o en
una non-fiction novel, es decir, se agregan rasgos novelescos y la vida
de los personajes se ve enriquecida con acontecimientos verdaderos y otros de
ficción. La historia inicia en un momento ordinario en la vida del Dr. André
Yamada, ya un hombre de avanzada edad, cuando
llega a su casa después de una larga jornada, se despoja de sus ropas de
médico y se viste con un cómodo kimono. Después de confirmar que al día
siguiente se presentará en la Embajada Japonesa a la hora indicada, abre un cofre donde guarda las fotografías de
su familia, lo que permite que la
narración dé un salto al pasado.
Cecilia Reyes Estrada es
originaria de Durango, México, aunque hace muchos años que radica en el
Distrito Federal. Ha tomado varios cursos sobre guionismo y escritura
creativa en importantes instituciones y
colaborado en programas de maestrías con
el Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM). La gallina azul es su primera novela y fue publicada por la
editorial Ítaca.
“Sembrar sin descanso, grande es
la cosecha” son palabras pronunciadas por el padre de André en un momento de
grandes dificultades en el campo de concentración y alientan a su hijo a lo
largo de su vida.
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